Dice el dicho que no es lo mismo amar, que ser amado, y es que Ricardo Anaya, el Chicken Little de la política, se ha dado baños de pureza después de que cesara la investigación persecutoria por parte de la PGR. Se tiene informe de que el candidato del Frente por México está siendo investigado por el presunto delito de blanqueo o lavado de dinero. Según el periódico digital El español, la investigación se centra en la creación de una estructura financiera en terceros países y en paraísos fiscales a fin de, eventualmente, obtener fondos para el candidato a la presidencia de México, asegura el digital citando fuentes conocedoras de las indagatorias.
El medio señala que los fondos pasaron principalmente por Canadá y Gibraltar, que es un territorio británico en la península ibérica conocido por su baja fiscalidad y como asiento de miles de sociedades para la evasión del pago de impuestos en los países de origen.
Según El Español, Anaya habría recibido estos fondos mediante la venta de una nave industrial propiedad de su familia en el estado de Querétaro a la empresa Manhattan Master Plan, por valor de 54 millones de pesos, como lo dio a conocer inicialmente la revista Proceso. Ya se verá si Anaya logra recuperase de este misil europeo, con pinta por supuesto de tricolor.
Los medios de comunicación han difundido la supuesta ilegalidad de las cuentas bancarias Offshore o empresas Offshore, al indicar que solo existen para evadir impuestos. Lo que motiva el uso de servicios Offshore es la posibilidad de proteger efectivamente el dinero y los bienes al recibir la asesoría fiscal adecuada. Yo no contraté servicios Offshore para evadir impuestos, lo hice para proteger mis bienes. sinimpuestos.com me brindó muchas opciones para el resguardo de mi dinero.