Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. El primer debate presidencial puede considerarse un “reality show” montado por la “partidocracia” para entretener, expresó el investigador de la Universidad Veracruzana (UV), Rafael Arias Hernández.
El economista consideró que en México se pierde tiempo, recursos económicos y oportunidades en la “partidocracia”, misma que representa solo “corrupción”.
«Es verdaderamente asombroso que busquemos soluciones a través de mecanismos que están orientados básicamente al reality show, no es otra cosa más que un entretenimiento. Me preocupa que los políticos en México no se den por enterados que los grandes problemas, lo que necesita la población, sigue sin atenderse, porque ellos están dedicados a lo suyo: alcanzar el poder para sostenerse, hacer negocios, favorecer a sus socios y familiares».
El académico del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) comentó que el debate presidencial mejoró con el nuevo formato, toda vez que permitió revelar que ningún aspirante sería un “buen gobernante”.
«No hay duda de que hubo preguntas que no se hacen tan fácilmente, pero a lo que tenemos que ponerle atención es a nuestra incipiente democracia. Lo positivo es que nos mostraron el largo camino por recorrer porque un buen gobernante, sus propuestas, deben ser claras, deber ser viables, deben ser pertinentes, pero el cómo se basa en la capacidad y lo que nos están mostrando es que los ciudadanos tenemos que hacer más por gobernar al gobierno».
Arias Hernández mencionó que quienes desempeñaron un mejor papel durante el primer debate presidencial fueron los moderadores: Azucena Uresti Mireles, Denise Maerker Salmón y Sergio Sarmiento Fernández de Lara.
«Los mejores fueron los moderadores, que hicieron preguntas que ellos saben qué están en el sentir popular y en la preocupación general, pero simplemente es alentador que tomemos los hechos y la realidad, tenemos que partir de lo que realmente es, no de lo que nos dicen».
Además, destacó la importancia de que sea valorada la cantidad de dinero que ha sido entregada a los partidos políticos.
«Lo que se tiene que hacer es exigir más seriedad, cómo es posible que el objetivo de cuatro candidatos es ir a incidir a un quinto candidato y mostrar un pleito callejero. Un enfrentamiento entre pandillas en un callejón resulta más atractivo que lo que estos hicieron», remató.
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