Acela, calladita te ves más bonita, ¿o no?

Acela Servín y Javier Duarte de Ochoa FOTO: WEB

Hay gente que no entiende que el silencio es un privilegio que les sienta bien. El caso de la sempiterna Acela Servín Murrieta, exsecretaria general del Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio de la Educación, es una muestra de cómo la persona habla sólo por hablar, o en otras palabras, el pez por la boca muere.

Si hacemos memoria, esta exdiputada y consejera del Instituto de Pensiones del Estado, fue una de las más beneficiadas durante la plenitud del pinche poder de Fidel Herrera y la jauja de Javier Duarte. Como consejera, con su puño y letra, permitió que Javier Duarte dispusiera del Fondo de Pensiones de los jubilados. Dinero que nunca regresó gracias a la complicidad de la misma Acela Servín Murrieta.

Ahora, la flamante consejera sale a criticar a los grupos de pensionados que exigen que se modifique la ley; la señora Murrieta dice que sólo lo hacen para lucirse. Alega que es poco lo entra al IPE y mucho lo que sale. Que alguien le refresque la memoria a esta señora, que fue parte integral de las trastupijes y componendas del nefasto Javier Duarte. Lo que debería entender es que ella no tenía por qué disponer de un dinero que no le pertenecía.

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