Tanto Ricardo Anaya, candidato del Frente PAN-PRD-MC, y José Antonio Meade Kuribreña, candidato del PRI-Verde-Panal, saben que el trecho que les lleva Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de Morena, no es cualquier cosa. Algunos medios señalan 10 puntos de diferencia mientras otras dicen que en realidad es mucho más.
Por esa razón, ya les urge que se 22 de abril, fecha en la que será el primer debate presidencial organizado por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE). Se espera que tanto Anaya como Meade dirijan sus ataques contra el candidato de Morena. Márgara y el Bronco sólo irán de relleno.
Les urge definir el segundo lugar para entrar de lleno a la contienda; requieren de oxígeno puro y los tres debates son la oportunidad que necesitan. Meade requiere quitarse el tufo presidencial y despertar simpatía para su persona, ya que no ha logrado permear en el gusto de la gente, pues donde se presenta, lo asocian a los peores gobernadores de la historia en nuestro país.
Y a Ricardo Anaya, después de la metralla tricolor vía PGR, necesita urgentemente quitarse la imagen de hombre corrupto, gandalla y ojete que le quedó. Aunque quedó muy claro que al exchamaco maravilla le requetencanta el billete verde.
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