A la reina Leticia le salió lo plebeya, liosa e indigna; al parecer se lo heredó a la princesa Leonor

Los reyes de España salían del Domingo de Pascua, habían estado escuchando misa, conmemoraron el sacrificio de Jesús que dejó un legado de amor y tolerancia a la humanidad. A la salida de la catedral en Palma de Mallorca, la reina emérita Sofía, de origen griego, se quiso tomar una fotografía con sus nietas, la princesa Leonor y la Infanta Sofía, cuando de repente a la reina Leticia le salió lo plebeya, lo liosa, lo indigna. La escena que montó no tiene precedente en la realeza europea.

Se puso entre el fotógrafo y su suegra que abrazaba a sus hijas. Fue demasiado evidente que Leticia no quería que sacaran una foto de la reina Sofía con sus nietas. Incluso la princesa Leonor, que comparte su sangre plebeya con su madre, retiró de manera grosera la mano de la abuela que tocaba su hombro. Sofía y Leticia se hicieron de palabras, eso lo notó Felipe VI quien al parecer llamó a la cordura a su esposa plebeya, pero no consiguió calmarla, pues hizo lo que pudo porque la foto no se tomara.

Más tarde en otro intento de tomarse una foto con sus nietas, Sofía las volvió a abrazar y Leticia se volvió a interponer. Ahora el pueblo español se está acordando que Leticia vendió cigarros Boots cuando vivió en Guadalajara; también recordó que Leticia sólo era una bonitilla conductora de noticias; en pocas palabras ya se dieron cuenta que hicieron reina a una plebeya, liosa e indigna mujer.

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