Miles de espectadores mexicanos y de todo el mundo se quedarán con las ganas de ver la pelea entre Saúl Álvarez y Gennady Golovkin, programada en un principio para el próximo 5 de mayo. La decisión se tomó ante los problemas de dopaje que presentó el peleador mexicano en las últimas semanas.
Se recordará que el Canelo Álvarez dio positivo en dos pruebas, el 17 y 20 de febrero, por lo cual podría ser castigado un año, claro que si el boxeador acepta su culpabilidad, ese castigo podría reducirse a la mitad de tiempo. El problema es que la audiencia para analizar su caso con la Comisión es para el 18 de abril, y desafortunadamente no habrá tiempo para promover la pelea programada para el 5 de mayo.
Por su parte, el Canelo dijo estar tranquilo. «Quiero agradecerles el apoyo a todos durante estos momentos. Jamás ensuciaría mi carrera, estoy tranquilo y estoy orgulloso de lo que he hecho y nunca he ingerido ninguna sustancia ilícita. Lamento que haya dudas».
Ni modo, los que conocen al Canelo saben que, de chamaco era medio atascado con las chelas, pero de otras sustancias, ahí están los resultados. Ni modo, se le van millones de dólares al Canelo y todo por atascado.
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