Muy firme se escucha al candidato de Juntos Haremos Historia cuando se refiere a que cancelará los contratos de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Andrés Manuel López Obrador ha dicho que él no va a ser cómplice de la corrupción pues se ha detectado que se están firmando contratos que comprometen a la próxima administración federal a pagar cantidades multimillonarias a constructores beneficiados en el sexenio de Peña Nieto.
EL NAICM sería para nuestro país como un Fobaproa, señaló López Obrador refiriéndose al fideicomiso oneroso que rescató a los banqueros de este país y que terminó siendo un monumento a la corrupción. De entrada, ya salió a la luz que la propia Secretaría de la Defensa Nacional, encargada de hacer la barda perimetral del NAICM, encareció los costos de construcción en un 89 por ciento y que al mismo tiempo utilizó empresas fantasmas para desviar recursos.
La barda tenía un costo estimado de mil 547 millones de pesos, pero por la corrupción terminó en dos mil 930 millones, casi el doble. Vaya, si una Secretaría de este nivel está siendo señalada por la propia Auditoría Superior de la Federación, ¿qué se espera de las otras empresas? ¿Tendrá razón AMLO?
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