¡Ay Consuelito, Consuelito! En pleno cumpleaños le cayeron los neveros de Xalapa mientras tranquila se tomaba un cafecito, igual haciendo tiempo para la fiesta que le tienen preparada, y la invitaron a que viera cómo se hacen los helados que ella dice son insalubres. Pero Consuelo Ocampo, regidora del ayuntamiento, encargada de Comercio, no les aceptó la invitación (igual si hubiera sido un pastel acepta) y en su cara dijo a los neveros que ellos no tienen «ningún registro de nada, no están dados de alta ante nadie, no tienen condiciones higiénicas y no tienen permisos para operar, y tienen alrededor de 32 carritos, aunque se digan pobres, con los cuales han inundado todo el centro de la ciudad».
Hay que ponderar la valentía de la regidora que no se arredró ante la embestida de los neveros y de los medios de comunicación que la cuestionaban. Lo que sí habría que agregar a la situación es sensibilidad. Si bien la ley es para aplicarla, el ayuntamiento tiene la obligación de resolver los problemas de la mejor manera, con sensibilidad, esa cualidad que ha faltado a muchos funcionarios del actual ayuntamiento.
Acaso no aprendieron de Jorge Alberto Moctezuma, exadministrador de CMAS, quien aplicó la ley corriendo a quien se le diera la gana, aplicando la ley, pero con unas maneras que no son dignas de un funcionario que presume venir de un partido que pregona ser «la esperanza de México». Los neveros le pidieron diálogo a Consuelo, pero ésta les dio la espalda.
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