Por supuesto, ahora que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha echado para abajo el acuerdo del INE de no realizar debates en el periodo de intercampañas, el primero que salió a pedir un debate es Ricardo Anaya, quien en las últimas semanas ha estado en el centro de la polémica por las acusaciones de lavado de dinero. Ricardo Anaya está en el caldero, con el fuego en alto y lo que quiere es salir de ahí y pasarse a otro perol más tibio.
Es por ello que ahora sale con sus bravatas a preguntar si López Obrador tiene o no pantalones o ideas. Lo que Andrés Manuel López Obrador tiene es la ventaja en las encuestas y esa es la razón por la que Anaya, trepador como siempre, se quiere montar en AMLO para ver si sube un poco en las encuestas y de paso se olvidan del tema de el lavado de dinero. Pero va a estar difícil, porque ahora el PRI acudió ante la Organización de Estados Americanos para que esta institución pida al candidato presidencia del Frente que explique su participación en esas operaciones de lavado de dinero.
Andrés Manuel ya dijo que él sólo participará en los debates que el INE proponga, y que no participará en ningún otro porque lo que sus contrincantes quieren es echarle montón.
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