Javier Duarte, el cínico, robó al magisterio veracruzano a manos llenas

Javier Duarte de Ochoa, titular del poder Ejecutivo en Veracruz, y Juan Nicolás Callejas, líder de los diputados priistas en el poder Legislativo FOTO: WEB

El concepto de cinismo proviene del latín cynismus aunque tiene origen griego. El término permite hacer referencia a la impudencia, la obscenidad descarada y la falta de vergüenza a la hora de mentir o defender acciones que son condenables. El caso más ejemplar es el del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.

Si no hubiera sido por la investigación de Animal Político, las denuncias de la Auditoria Superior de la Federación (ASF), y en su momento por las denuncias de Miguel Ángel Yunes Linares, tenga la seguridad que este rufián en estos momentos estaría en el Rancho El Faunito despatarrado, vistiendo sus ridículas bermudas y riéndose de los veracruzanos.

Pero al parecer, al regordete y barbudo preso del Reclusorio Norte, la suerte le ha dejado de sonreír; la Auditoria Superior de la Federación señala que, durante el último año de su gobierno, mil 063 millones de pesos, el 90 por ciento de los fondos educativos federales, fueron desviados a cuentas bancarias desconocidas.

Ahora entiende usted porqué Veracruz tiene un importante rezago educativo, porqué las escuelas parecen de tercer mundo, porqué no se les pagaba a los maestros en tiempo y forma. Porqué los jubilados manifestaban su descontento. Se acuerda usted cómo el presidente del de la legislatura pasada, Callejas Arroyo, celebraba y aplaudía todos los disparates de este pillo. Pues, ahí están las consecuencias. El daño que hicieron a la educación estos sujetos es enorme.

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