Se acuerda usted del exgobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, el químico que presumía tener propiedades en Miami, Cancún, el Distrito Federal y Villahermosa además de excentricidades como mil camisas, 400 pares de zapatos, 300 trajes y 400 pantalones. El mismo personaje que solía decir «me empedo porque me siento bien, relajado, me siento contento, desgraciadamente me siento bien».
Pues resulta que un juez de primera instancia de Tabasco emitió una nueva sentencia por peculado contra el exgobernador de la entidad, Andrés Granier, de 10 años, 10 meses y 15 días de cárcel, además de la reparación del daño al erario local por más de 196 millones de pesos.
Pues va a estar cañón que repare el daño, es mucho billete. Aunque para alguien que se supone que robó más de mil 30 millones 378 mil 568.73, le sigue saliendo barato. Paga eso con la mano en la cintura y le quedan más de 800 melones, para darse la vida de rey a la que está acostumbrado. Ni hablar, así que, si alguien piensa robar, robe en grande, porque si lo cachan robándose 300 pesos lo refunden en el tambo.
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