Un dilema al que se enfrentan los candidatos a la gubernatura, al menos los dos más fuertes, Pepe Yunes y Miguel Yunes Márquez, es qué cosa hacer con los personajes indeseables que se dejan ver en sus eventos de precampaña.
Ya reportamos que al evento de Pepe Yunes llegó Álvaro Cándido Capetillo, exdirector del IVEA, quien ha sido inhabilitado por 10 años para desempeñar algún cargo público y que sólo un pitazo de la PGJ de los tiempos de Duarte, evitaron que callera en la cárcel, como sí le sucedió al dizque suegro de Fidel. En ese evento también estaba en primera fila “el consentido de diosito”, José Manuel Rodríguez Melgarejo, quien hizo de la corrupción su forma de vida, llena de lujos ilegítimos.
Pues en el evento de Yunes Márquez estuvo Paty Peña, la consentida del profesor, la que quiso ser dirigente de la Sección 32, la que quiso ser diputada plurinominal por el Verde, la que juraba su lealtad al PRI. Muy sin pena ahí se dejó ver Paty Peña, esperanzada en tomarse la foto con Anaya o con Márquez, porque ella sabe que en la alianza Por México al Frente, basta tomarse una selfie con el ungido para aspirar a una diputación.
Los indeseables, como lacras que son, no tienen empacho en hacerse presentes, sin importarles el desprestigio que acarrean a su candidato.
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