Si hacemos un poco de memoria, se recordará que la liberación total de los precios de las gasolinas y el diésel a nivel nacional, que durante décadas habían sido decretados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se fueron ejecutando paulatinamente a lo largo del 2017, esto con el fin de que los gasolineros, con el visto bueno del Gobierno Federal, determinaran los precios con criterios de mercado, con cinco zonas en el país.
Ahora que la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) hace uso de su criterio, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha pegado el grito al cielo. Y es que para poco consuelo de los mexicanos, Pemex afirma que se va a mantener la política de precios graduales de combustibles que se aplica exitosamente desde hace un año en nuestro país y rechaza categóricamente cualquier comentario especulativo al respecto de supuestos incrementos en los mismos.
En otras palabras, el madrazo no será de golpe sino poco a poco. Lo cierto es que los mexicanos resistimos y mientras nadie diga nada, pues nos aplicarán la voladora. Ni hablar, lo cierto es que en el 2018 la gasolina estará por las nubes.
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