Odiada por muchos y amada por otro tanto igual, Elba Esther Gordillo Morales, la mujer que se atrevió a desafiar al omnímodo poder priista, gana un amparo para que esté en prisión domiciliaria. La maestra, como es conocida y llamada por todos, descansará en un departamento de acuerdo a su categoría. Ya conoció el puño duro del sistema, sabe que se tiene que alinear, eso es lo que le conviene en estos momentos.
La reculada de la PGR ha coincidido con la firma de la alianza electoral entre el PRI y Nueva Alianza, la organización partidista creada en 2005 por Gordillo para las elecciones de julio de 2018. Es bien sabido que en el sistema político mexicano no existen las coincidencias; las decisiones son piramidales, las toma un solo hombre, el presidente. Por esa razón resulta sospechoso que la Fiscalía, quien había dado la batalla para impedir que Gordillo saliera de la cárcel para ir a su casa, de última hora recule.
Por lo pronto, un juez federal debe elegir el encierro de la maestra entre un espacio de 700 metros cuadrados en la exclusiva zona de Santa Fe o uno más pequeño en la colonia Polanco, claro que con lo último en tecnología de comunicación para que la maestra esté bien informada. No cabe duda que el sistema sabe pagar bien los favores, pero eso sí, cuando castiga, lo sabe hacer muy bien. Y si no, que le pregunten a la fundadora del partido turquesa.
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