El ciudadano común poco entiende de la nueva Ley de Seguridad Interior, una ley que facultaría al Ejército a dejar los cuarteles para combatir la delincuencia en los estados. Sin embargo, son muchas las voces de los expertos que se han levantado para señalar que dicha ley, en lugar de brindar más seguridad a los ciudadanos, lo que haría sería vulnerar las libertades individuales al tiempo que se ponen en riesgo los Derechos Humanos de cada individuo.
Expertos de la ONU aseguraron que «preocupa que el proyecto de ley otorgue a las fuerzas armadas un rol de dirección y coordinación en ciertas circunstancias, en lugar de limitar su papel al auxilio y asistencia a las autoridades civiles. El proyecto de ley carece de mecanismos sólidos de control que garanticen que las operaciones se lleven a cabo con pleno respeto de los derechos humanos».
Pero no sólo la ONU, también muchos organismos de defensa de Derechos Humanos señalan que es un grave error aprobar dicha Ley. Por lo tanto, lo menos que se puede solicitar a los legisladores es que enriquezcan el debate antes de aprobar una ley tan cuestionada.
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