La Ley de Seguridad Nacional, como la fábula del pastorcillo mentiroso

Soldados
Militares en las calles de México FOTO: WEB

En la fábula del pastorcillo mentiroso, éste engaña regularmente a los pastores y al pueblo de que el lobo está entre el rebaño y que es necesario tomar medidas para ahuyentarlo. Cuando los pastores asustados corren a prestar ayuda, el pastorcillo se ríe de ellos, pues tan sólo fue una broma de mal gusto, así lo hace en varias ocasiones. Sin embargo, cuando el lobo de verdad aparece y amenaza no sólo al rebaño sino también la vida del pastorcillo; mientras el pastorcillo grita pidiendo ayuda, absolutamente nadie le cree pues piensan que es otra de sus bromas.

Eso es precisamente lo que pasa con el Gobierno Federal y su Ley de Seguridad Nacional. Tal vez sólo se trate de regular la participación de la Marina y del Ejército, no obstante, como el pastorcillo mentiroso, muy pocos creen en las bondades de un gobierno insensible y mentiroso como el de Peña Nieto.  Además, si tomamos en serio las declaraciones de los relatores especiales para la Libertad de Expresión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), David Kaye y Edison Lanza, pues sencillamente hay motivos suficientes para desconfiar del Gobierno Federal.

Para los relatores de la ONU Kaye y Lanza, militarizar la estrategia de seguridad interior en México representa riesgos reales para todos, incluidos los periodistas. De acuerdo a su experiencia en otros países, señalaron que es una dinámica que no ha funcionado y el gobierno no ha rendido cuentas suficientemente para justificar por qué seguir con una estrategia militar.

Y si añadimos que el grueso de las fuerzas armadas son gente sin preparación académica y, otros son presa de la marihuana, pues la violación de los derechos humanos es una realidad, sobre todo en las comunidades indígenas.

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