Luis Ramírez Baqueiro /
“Perseverar en el cumplimiento de su deber y guardar silencio es la mejor respuesta a la calumnia.” –George Washington.
Ahora resulta que ser empresario en Veracruz y en México es un delito, y más delito haberle vendido legalmente a una administración señalada de mil escándalos de corrupción como la del ex gobernador Javier Duarte.
Aun con ello, muchos empresarios, porque ese es su negocio y a eso se dedican, debieron y siguieron haciendo negocios con el gobierno estatal, el cual es una institución del estado mexicano, ahora alejada de cientos de facinerosos y ladrones que anhelan con el alma el retorno de un pasado reciente, para con ello, continuar saqueando las arcas a costa de los millones de veracruzanos asqueados de tanta impunidad y delincuencia.
Esa así, como algunos en su desesperación por afianzarse al interior del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) bajo el cargo de Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, lo empinaron, poniéndolo en una verdadera crisis, tras el escándalo desencadenado tras infiltrar de manera deshonesta el nombre de empresas que sin deberla, ni temerla, han sido señaladas por el organismo fiscalizador.
Y es que este miércoles se destapó un escándalo al vincular a una empresa de nombre Comercializadora Ixtla S.A. de C.V. y Comercializadora Lotega S.A. de C.V. como “supuestas” empresas fantasmas.
Este reportero pudo conversar con el representante legal de la empresa Comercializadora Ixtla S.A. de C.V., quien nos afirma que derivado de notas pretenciosas y con fines políticos entregaron un extrañamiento este martes al propio ORFIS, tras la observación FP-016/2016/015 derivado de la auditoría realizada a la Secretaría de Seguridad Pública en la cual señalan que no existe evidencia que como proveedor de servicios hayamos realizado el suministro de alimentos y víveres aun cuando se firmó el contrato SSP-UA-015/16 por un importe de $28, 559,771.00, motivo por el cual hacen del conocimiento que todos los bienes y servicios que solicitaron las diversas áreas que integran la Secretaría de Seguridad Pública fueron entregados en su totalidad, situación que también reconoce la Unidad Administrativa, de la Secretaría respecto al adeudo que mantienen con la propia comercializadora.
Le hago de su conocimiento que la empresa Comercializadora Ixtla S.A. de C.V., es una empresa legalmente constituida, que cumple con la normatividad vigente en materia legal, fiscal y laboral, misma que cuenta con RFC CIX151218DC0 con domicilio para oír y recibir en calle Cipres No. 6 entre manzana 2, lote 3 en la Colonia Santa Isabel de Córdoba, Ver., CP. 94546., con el número F36-35668-10-3 del Registro Patronal ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Además presentó documentos tales como la certificación del registro del padrón de proveedores ante la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de Veracruz y las opiniones de cumplimiento positivas del IMSS, del SAT y de la Oficina Virtual de Hacienda (OVH).
A su vez, dicha empresa sostiene que cuenta con las instalaciones adecuadas para el suministro y la distribución de víveres, en las diferentes áreas que requiere la Secretaría de Seguridad Pública, así como otras instituciones que han depositado su confianza en nosotros para el aprovisionamiento de alimentos; de igual manera, se sabe que la empresa cuenta con el personal capacitado para otorgar un servicio de excelencia a sus clientes que son la SSP, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ISSSTE, SESVER a través del Hospital de Río Blanco y otros particulares.
La empresa ha expresado toda su intensión para colaborar con el ORFIS en el esclarecimiento y deslindamiento de dichos señalamientos que buscan empañar su imagen y patrimonio.
Vale la pena señalar que dicha empresa, debió cambiar de domicilio en un par de ocasiones como consecuencia de la inseguridad sufrida en la región centro del estado, lo que ha trastocado lastimosamente el crecimiento de la misma.
Es así como empresarios que confían en Veracruz, apuestan por su desarrollo y crecimiento, por arriesgar en su capital humano, del cual se sienten orgullosos, para que ahora, intensiones mal sanas pretendan empañar el buen rumbo que busca llevar la actual administración estatal.
Vaya problema que enfrenta ahora el ORFIS y su titular por avalar datos que no fueron corroborados fehacientemente.
Al tiempo.
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