Ahora que se acercan las elecciones de 2018 en las que se elegirán diputados locales, federales, senadores y hasta gobernador, merece la pena pensar en lo que sucedió con el partido Morena, un instituto político reciente que se estrenó en las elecciones federales de 2015 y que se volvió una fuerza política que merece ser tomada en cuenta. Desde las elecciones de 2015, y por ser un partido nuevo, los militantes de Morena no podían presumir de años de militancia, aunque algunos surgieran de partidos de izquierda. Es por ello que Andrés Manuel López Obrador instituyó la famosa “tómbola”.
En una nota del periódico El Universal, el funcionamiento de la tómbola se describía de la siguiente manera: «Antes de que comience el proceso electoral, en los 300 distritos electorales que dividen el país, hay una selección de precandidatos que surgen de asambleas distritales. Estos precandidatos son militantes de Morena con un trabajo ejemplar, donde caben campesinos, amas de casa, estudiantes, profesionistas, trabajadores, artistas, activistas políticos lucha, entre otros. El día que giren, se dispondrá de una tómbola por cada una de las cuatro circunscripciones electorales del país. Son en esas tómbolas donde se meterán los nombres de todos los aspirantes y la suerte decidirá quién encabezará candidaturas en el proceso electoral 2017-2018. La mayoría de candidaturas plurinominales, es decir, unas 635 serán sorteadas en las tómbolas de Morena».
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