Ricardo Monreal es un hombre que trae la política en sus venas, es un político miembro fundador del Movimiento de Regeneración Nacional. Se ha desempeñado como gobernador del estado de Zacatecas, fue coordinador del grupo Parlamentario del Partido del Trabajo en el Senado (2006-2012) y Coordinador del grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados (2012-2014). Este político es jefe de la delegación Cuauhtémoc, representa a Morena y ha declarado su intención de ser candidato al gobierno de la Ciudad de México en 2018, pretensión que lo ha puesto casi fuera de Morena, ya que la suerte, y según las encuestas, favorecieron a Claudia Sheinbaum.
Sus detractores, que seguramente los tiene, ya se frotaban las manos para celebrar la salida de un político que vendría a debilitar las pretensiones de Andrés Manuel López Obrador. Por qué cree usted que Andrés Manuel López Obrador celebró que Ricardo Monreal no se haya ido al llamado “frente opositor”, integrado por PRD, PAN y MC, y permanezca en las filas de Morena.
Y es que el tabasqueño puso un verdadero bocado en la mesa para Monreal. Juzgue usted mismo: en entrevista, el tabasqueño indicó que el jefe delegacional en Cuauhtémoc pertenece a la «generación del relevo»; si se analiza bien, acotó, «yo estoy en los 60, en la juventud madura, y viene para el relevo una generación de los 50, de la juventud, juventud, y luego los chamacos de los 40, y los casi niños de los 30 y 20».
Y para que no quedara duda, cuando le preguntaron sobre si Monreal podría ser quien conduzca a Morena después de él, López Obrador respondió que sí. Así que, con estas declaraciones, se puede decir que se cierra la puerta de salida para el zacatecano de Morena.
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