Creer o no creer, esa es la cuestión*

Creer
Xalapa, Ver. El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares anunció el proceso para la reestructuración de la deuda del Gobierno del Estado, en evento realizado en patio central de Palacio de Gobierno con la presencia del gabinete, diputados, el presidente del TSJE y empresarios FOTO:PATTY BARRADAS/FOTOVER
- en Opinión

Rafael Pérez Cárdenas / Ayer fue un buen día para el gobernador Miguel Ángel Yunes. En medio de la tormenta que azota al estado por la violencia y la falta de resultados del gobierno, se dio un respiro para preparar lo que podría ser el anuncio más importante de su gobierno: la reestructuración de la millonaria deuda que tiene el estado de Veracruz.

Del anuncio hay dos puntos importantes a destacar: que el próximo año desaparecerá el déficit financiero anual de la entidad  -tan solo este año se redujo de 20 mil a 6 mil millones de pesos-, y que los bancos que adquirieron la deuda cobrarán un interés de 8.71% por los diez créditos que forman parte de la reestructuración.

A decir de los expertos, esta reestructuración consistió en que los bancos la adquirieron la deuda como propia y la liquidaron, para entonces contratar nuevos créditos con el Gobierno del Estado, a un plazo mayor. Al final, como señaló el economista e investigador Rafael Arias, vamos a pagar lo mismo pero a más largo tiempo. Todo es cuestión de números.

Por ejemplo, para quienes están acostumbrados a lidiar con los bancos por cualquier tipo de crédito, sabrán que 8.71% es una tasa que no tiene ningún servicio financiero. El interés en crédito automotriz ronda entre el 6 y el 14 por ciento, dependiendo el auto, la marca y el plazo; el crédito hipotecario anda sobre el 10% -cuando en otros países no supera el 2%-; y el crédito en efectivo supera los 12 puntos.

Por cuanto hace al déficit, esas son buenas noticias para la burocracia y no necesariamente para los veracruzanos. Digamos que en algún sentido se acabarán las limitaciones que justificaban la inoperancia de algunas dependencias. Al final, esta medida no devolverá el empleo a los trabajadores y hasta ahora, tampoco hay certeza de que servirá para cubrir los adeudos que existen con la Universidad Veracruzana y muchos ayuntamientos que concluyen su administración sin ver un centavo.

Hasta ahí todos estamos felices. Incluso, llama la atención que el mandatario estatal no haya pedido de nueva cuenta que lo felicitaran.

El afroamericano en el arroz –para ser políticamente correcto-, es la falta de credibilidad y transparencia del gobierno. Y conste que no es un juicio que merezca nos echen a la justicia encima, sino que está a la vista de todos.

Hasta ahora, ni el Congreso conoce el mecanismo o el contenido de los contratos que avalan la reestructuración. La voz del mandatario es irrefutable. Creer o no creer, esa es la cuestión.

Resulta ocioso insistir en las promesas de campaña que no se han cumplido –particularmente en materia de seguridad- o en los relevantes anuncios que se han hecho para que al final, los cómplices, aliados o lo que resulten, sigan disfrutando de una parte de lo mal habido.

En todo caso, es necesario hablar de lo más reciente, de lo que echa abajo el discurso de austeridad y transparencia del gobierno. Ayer mismo, como ave de mal agüero, un notario público certificó como falsas las direcciones registradas por empresas que la dirigencia del PAN en Veracruz utilizó para desviar recursos públicos.

¿Qué tiene que ver la gimnasia con la magnesia? Preguntará la fanaticada azul. Es cierto, el Partido no depende orgánicamente del gobierno, pero su dependencia política es absoluta, tanto como que el hijo del mandatario será el candidato de ese partido al gobierno de Veracruz.

El otro tema a discutir, y que no fue mencionado en la conferencia de ayer, es cuál fue el costo real de la reestructuración de la deuda, qué despacho lo llevó a cabo y cómo se determino quién sería. Porque resulta que efectivamente, la reestructuración de la deuda se realizó mediante licitación pública, pero la contratación del despacho fue una decisión que no requirió la opinión de nadie.

En junio pasado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) puso en marcha el sistema de alertas para los estados, el cual clasifica a las entidades de acuerdo con su nivel de endeudamiento.

El sistema arrojó que hay 10 estados con “endeudamiento en observación” o foco en color ámbar. Ellos son Baja California, Chihuahua, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Sonora, Veracruz y Zacatecas. El resto de las entidades del país tuvieron color verde.

Con la reestructuración de la deuda y con el aumento del 14.1% en las participaciones federales, esperemos que ahora sí coloquen aunque sea un foco.

La del estribo…

  1. La lógica nos dice que si las cosas marchan bien para Hipólito Rodríguez, presidente municipal electo, las cosas marchan bien para Xalapa. Ayer en un concurrido acto presentó las conclusiones de los “Diálogos Ciudadanos” a los que convocó hace algunas semanas. Hubo más de 500 ponencias y otras tantas propuestas sobre lo que Xalapa necesita. Xalapa no es una ciudad fácil de gobernar. Hipólito no lo hará solo, así que los xalapeños espera que lo haga con los mejores.
  2. Informó el Secretario de Seguridad Pública que mil 40 policías han sido dado de baja por incurrir en diversos ilícitos, como el malandrín subdirector de operaciones en la zona norte que se dedicaba al robo de casas. Pero si cometieron un ilícito, ¿no deberían haber sido puestos a disposición de la autoridad? ¿La baja sustituye a la sanción establecida en el código penal? ¿omisión  o complacencia? Vaya usted a saber

 

* Columna publicada originalmente para el portal Formato Siete

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