Si algo ha demostrado Margarita Zavala en su intentona por llegar a ser candidata a la presidencia de la República, es que en México se le recuerda más por ser la esposa de Felipe Calderón, que por ser una mujer dedicada a la política. El problema es que en México el recuerdo de Felipe Calderón no es muy bueno que digamos.
Desde que ganara la presidencia al «haiga sido como haiga sido», hasta los millones de muertos que dejó su supuesta guerra en contra del crimen organizado, el pueblo mexicano tiene a Calderón como uno de los perores presidentes que hemos tenido; y vaya que hay árboles de donde cortar manzanas. Pero si a eso sumamos la corrupción y la inoperancia de su gobierno, manteniendo la pobreza en índices muy altos y la impunidad en niveles elevados, entonces está muy difícil que la mayoría de los mexicanos vote por la señora de Felipe Calderón, es decir, Margarita Zavala.
De hecho sería interesante conocer el perfil de los que si le darían su firma; o están muy desinformados, o les vale lo que ha pasado en el país o de plano les faltan algunas neuronas.
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