Salvador Muñoz / Hoy, por estas fechas, se rompe la lógica del escritor Arthur Brisbane, quien sostenía que las puertas de un cementerio son una insensatez: “los que están adentro, no pueden salir; los que están afuera, no quieren entrar”.
Y se rompe, porque gracias a nuestras tradiciones, damos a nuestros seres queridos que ya partieron, esa gracia para que vuelvan a nosotros, a convivir por un momento y por eso ponemos altares… o el sentido contrario; si ellos no vienen a nosotros, nosotros vamos a ellos y visitamos el camposanto donde reposan sus restos mortales, que para llevarles flores, comida, ¡hasta música! ¡vamos! hacemos una especie de picnic necrofílico, por esa extraña fascinación que tenemos a la muerte.
Estos días, en la infancia, eran propicios para que alrededor de una mesa, nos concentráramos escuchando las leyendas que nuestros abuelos, tías o mi madre nos platicaban…
Ya nos contaban que historia de aparecidos… ¡malhaya sea la cosa! hoy, los colectivos nos cuentan historias sus de desaparecidos del sexenio pasado, y aún los siguen buscando…
No podía faltar la clásica leyenda de la Llorona… y hoy, en serio que duele ver a tantas madres como las de ayer, en la academia de Policía de El Lencero, buscando a sus hijos. Sí, no hay gritos, no hay necesidad de ellos para entender su dolor. Es increíble cómo una leyenda puede ser rebasada por la realidad…
O bien, ya la tía contaba su encuentro con un fantasma, ¡pero hoy todavía nos espanta más cómo hubo tanto robo con empresas fantasmas!
¿Alguna vez le contaron algo sobre un nagual? A mí me temblaban las corvas cuando tenía que cruzar alguna noche por la estación del ferrocarril y el temor de encontrarme con un perro, un guajolote o un burro en medio de mi camino… explico: el nagual es una especie de brujo que puede cambiar su morfología en cualquier animal… no confundirlo con algunos de nuestros diputados que con una facilidad, cambian de Morena al PAN, del Verde al PRI, o del PRD al Juntos por Veracruz…
¡Claro! No todo en Día de Muertos eran cuentos de espantos, aunque siendo sinceros, hoy nos espantan más nuestros políticos con sus cuentos…
Lo más sabroso de estas festividades sin lugar a dudas, eran los altares llenos de suculentos platillos y por supuesto, no podía faltar la regañiza de la madre, de la tía, de la abuela si alguien osaba meter mano a las ofrendas… ¡cómo les faltó un pellizco de la abuela a los duartistas que se dieron gusto metiendo mano a las arcas!
Y si hablamos de platillos, no podemos dejar de citar nuestros tamales que por cierto, ¿sabían que eran los favoritos del gobierno de Duarte? ¡Todo está-mal! ¡todo está-mal! ¡todo está-mal!
Hay quienes se quejan de que hoy en día, en escuelas, en las casas, en los centros comerciales, ¡hasta en nuestros políticos! se pondera más al Halloween que al Día de Muertos… ojalá no, porque es mil veces más rico un tamal que un “dulce o truco”…
Creo que nuestro Día de Muertos no tienen competencia con el Halloween, aunque si hablamos de política, ahí sí pudiera decir que la tradición de los “Fideles Difuntos” sucumbió en el 2016 con un PAN… de muerto.
El de Hermanos Vázquez, gandalla
Don Jaime Tirado Cabal, vecino de la calle Jaime Nunó, esquina Rafael Hernández Ochoa, del fraccionamiento Loma Esmeralda, nos cuenta vía correo, que envió sendos archivos tanto a Américo Zúñiga Martínez como a Hipólito Rodríguez Herrero, donde plantea dos cosas: 1) la ampliación de la casa de su vecino, Arturo Vázquez, propietario de la tienda de materiales Hermanos Vázquez, donde hizo una ventana y un balcón que da hacia su terreno, lo que asegura don Jaime está prohibido en el reglamento de construcción, aunque quizás lo más grave sea el punto 2) el señor Arturo Vázquez mostró agresividad cuando le reclamó su proceder.
Es por ello que don Jaime responsabiliza al señor Arturo Vázquez y al alcalde Américo Zúñiga Martínez por no atender las quejas presentadas por escrito los días 19 , 23 y 27 de octubre de este año; a su vez, demanda aplicar el reglamento de construcción a Ramón Hernández Salas, director de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente Municipal y a Juan Carlos Flores Andrade, subdirector de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente municipal, “por no hacer que se aplique el reglamento de construcción y solapar esas violaciones que ya generaron que sea yo amenazado por el señor Arturo Vázquez”.
Ojalá haya pronta solución para don Jaime.
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