Entre las “fake news” y la maledicencia

Fake
Editorial del periódico La Jornada Veracruz; Miguel Ángel Yunes Linares FOTO: WEB

Las diferencias surgidas entre el gobernador y el periódico La Jornada no se pueden dirimir dándole a uno la razón y quitándosela al otro. De hecho, esos roces ni siquiera deberían darse. No queremos en el estado a un mandatario como Donald Trump que, ante las cosas con las que no está de acuerdo, califique a La Jornada como un medio que publica “fake news”. Pero tampoco queremos medios de comunicación que contaminen su punto de vista o inclinen su criterio a partir de la atención que el gobernante les esté dando.

Sentir que a uno no le dan lo que merece puede originar una de las prácticas más deleznables del periodismo: la maledicencia. La maledicencia, dice el escritor Sergio Pitol es: “Esa especie de ejercicio permanente de defensa con que los mediocres, los frustrados y los cerdos tratan de encubrir la mentira que es su vida, su pobreza íntima”.

Aprendamos de lo que pasó en sexenios anteriores, particularmente en el de Fidel Herrera. Sólo nos enteramos del mal gobierno de Fidel Herrera porque por ahí encontramos algunas voces críticas, que contradecían la verdad oficial. Pero el resto de los medios de comunicación, incluyendo a muchos que ahora repudian la forma de gobernar de Yunes Linares, dejaron que Fidel, vía el gordo Gándara, les comprara su verdad.

A veces me pregunto, ¿si Yunes Linares les diera a algunos medios el mismo trato que Fidel les dio, pensarían lo mismo de él? ¿Si los convenios circularan como circularon en los tiempos de Fidel y en los tiempos de Javier Duarte, dejarían de ver un simple desalojo como un vil acto de represión?

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *