¡Cuidado con los “borregos”!

Borregos
Borregos FOTO: WEB
- en Opinión

Filiberto Vargas Rodríguez / 

Prefacio.

Bien dicen que “el que avisa no es traidor” y Sergio Hernández, el coordinador de los diputados panistas, ya anunció que lo que sigue en el Congreso local es la rapiña. *** Primero fue comprar las voluntades, los votos, para mantener la Presidencia de la Junta de Coordinación Política, pero una vez logrado ese objetivo, se dio cuenta de que contaba con lo necesario para apoderarse de dos comisiones que son estratégicas para los planes de su jefe, el gobernador de Veracruz. *** La Comisión Instructora, que preside actualmente Fernando Kuri, de Juntos por Veracruz y aliado de los priistas. La quiere para impulsar el desafuero (o al menos amenazar con ello) de algunos exduartistas. *** La Comisión de Hacienda del Estado, que ahora preside un “perredista a modo”, pero en la que quiere mayoría, con un vocal panista. Esa, por supuesto, es para avalar el desorden financiero del actual gobierno estatal. *** Ya encarrerados debería arrebatar la de Seguridad Pública (Morena), o la de Hacienda Municipal (PRI), la Procuración de Justicia (PRI), y que no se le olvide la Comisión Especial para conocer la Verdad sobre la Deuda Pública del Estado de Veracruz. Ya ven que Sergio Rodríguez desde ahí les sigue dando lata. *** Es el problema de los que nunca tuvieron y hoy quieren tener todo.

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Es un fenómeno que se da, quizá, desde que el ser humano decidió divulgar su conocimiento. La difusión de información falsa es una práctica que ha sobrevivido a todas las etapas de la humanidad, pero sin lugar a dudas, con el nacimiento de internet y la irrupción de las llamadas “redes sociales”, este fenómeno ha adquirido dimensiones alarmantes.

Es indiscutible la valiosa aportación de estas redes en circunstancias tan dramáticas como los sismos que azotaron en días recientes a México, o los huracanes y otros fenómenos naturales. Pero no podemos pasar por alto las criminales alteraciones de la verdad que se cometen todos los días, gracias al anonimato que ofrecen esos medios masivos de comunicación.

Cualquiera en este mundo puede decir cualquier barbaridad, con la seguridad de que habrá alguien (o muchas personas) que lo creerá, y que no habrá castigo alguno.

Casos emblemáticos como el de la inexistente Frida Sofía, a la que todos los mexicanos queríamos rescatar, son apenas una pequeña muestra de las atrocidades que se pueden cometer al amparo de las redes sociales y con la lucha de egos que en cada tragedia escenifican los conductores de televisión.

Antes de las redes se les conocían como “borregos” y desde hace mucho tiempo se hablaba de perversos políticos que se habían especializado en filtrar información falsa. En Veracruz hemos tenido quizá a los máximos exponentes, desde Fernando Gutiérrez Barrios, hasta Miguel Ángel Yunes (en sus tiempos de secretario de gobierno en funciones de gobernador), o Fidel Herrera Beltrán.

Antes lo hacían mediante una simple estrategia que se conocía como “radio bemba”, que no era otra cosa que “sembrar” el chisme en diversos puntos, desde donde existía la certeza de que se le daría resonancia. Al final, quien buscara el origen del infundio, se toparía con las más variadas versiones, de manera que no había forma de sancionar a su autor.

Ejemplos de esta guerra de embustes los tenemos en Veracruz año con año, con cada proceso electoral. Muchas veces el “borrego” no crece, pero ayuda a fortalecer la percepción que se pretende.

Gracias a esas campañas nos enteramos de que Yunes Linares era pederasta, de que Javier Duarte “compró” a López Obrador, que Héctor Yunes recibió cientos de millones de pesos para su campaña, que los perredistas le agarraron dinero a Duarte y al final lo traicionaron; que Juan Manuel Portal, el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), recibió sólo 50 millones, de los 200 millones de pesos que habría acordado para limpiar el expediente de Veracruz, o que Duarte de Ochoa financió la campaña de Peña Nieto.

Y en la actualidad se habla de que Javier Duarte está en la cárcel “porque desvió 35 mil millones de pesos, según la Auditoría Superior”.

Valga señalar, en este último caso, que la propia ASF calcula que en el gobierno de Veracruz se han desviado en los últimos años más de 45 mil millones de pesos. También es importante advertir que “desviar recursos” no significa “robar recursos”.

El propio Javier Duarte en más de una ocasión admitió que había tomado fondos federales para “atender los requerimientos más urgentes de la administración estatal”, que en ese entonces eran el pago de la nómina de la burocracia, el magisterio y las corporaciones policiacas, además de las pensiones y jubilaciones.

En el Código Penal Federal el desvío de recursos se tipifica como “uso ilícito de atribuciones y facultades”, que en el Artículo 217, fracción tercera, establece que incurre en esta falta “el servidor público que teniendo a su cargo fondos públicos, les dé una aplicación distinta de aquella a que estuvieren destinados o haga un pago ilegal”. La pena es de tres meses a nueve años de prisión y de treinta a cien días multa.

Es, por lo tanto, absurdo, suponer que “Javier Duarte y sus secuaces” se echaron a la bolsa 45 mil millones de pesos, como sugiere con insistencia el actual gobernador de Veracruz.

En la actualidad, con motivo de la multitud de “fake news” (versión agringada de “borregos”) que han surgido a partir de los sismos, se insiste en las mismas redes sociales que verifiquemos la seriedad de la fuente y que no creamos todo lo que se publica.

Es la misma recomendación del último medio siglo… y sin embargo, nos seguimos embarcando con historias que tocan nuestras fibras sensibles, que respaldan nuestro rencor contra los políticos, o despiertan nuestro morbo.

Por creer todas esas barbaridades, hoy tenemos al gobernador que merecemos.

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Epílogo.

No se equivoque, señor gobernador, o no trate de confundir a los veracruzanos. A la reunión con empresarios a la que usted convocó, sólo fueron los invitados. Muchos de los acreedores no recibieron el llamado. Pretende que asumamos que, como no se presentaron a ese encuentro informal, no están interesados en recuperar lo que les deben, y eso es totalmente falso. Y si era tan poco lo que al final se le cobraba, ¿por qué entonces no pagó en ese momento? Si creemos su versión, resulta que acaba de dejar ir una verdadera ganga. *** Y la semana amaneció mal. A los delincuentes como que no les dio mucho miedo el enésimo anuncio del gobernador de este domingo, de que enviará maaaas policías a Coatzacoalcos. La madrugada de este lunes, tres hombres fueron asesinados en dos ataques suscitados en el sur de la entidad. Cerca de las 2 de la mañana en la calle Francisco I. Madero esquina con Reforma en la colonia Puerto México de Coatzacoalcos, dos hombres fueron asesinados a balazos por un grupo de sujetos armados, quienes los interceptaron cuando caminaban por esas calles. Los pistoleros viajaban en un automóvil desde donde les dispararon. Una hora más tarde, en aquella misma ciudad, fue reportado un hombre muerto en la calle John Spark de la colonia María de la Piedad. *** ¿En serio cree el gobernador que “la gente de bien no debe sentirse preocupada?

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