Las redes sociales bien usadas nos acercan a nuestros seres queridos; se abaratan mucho los costos para estar hablando a casi cualquier parte del mundo. Las universidades y las empresas se valen de ellas para compartir en vivo y en directo sus conferencias. Sin embargo, el crimen organizado también se vale de ellas para cometer sus fechorías.
El usuario de las mismas en ocasiones postea su fotografía en restaurantes y en hoteles, es más para alimentar su ego; sube fotografías del auto nuevo o la casa nueva que acaba de adquirir, pero lo peor de todo, da a conocer su rutina, horarios de trabajo. Eso lo hacen muchos adultos.
Ahora imagínese lo que puede subir un adolescente sin experiencia y sin malicia; en ocasiones se exponen de manera innecesaria, subiendo fotografías con poca ropa y posiciones provocativas. Después de la muerte de la jovencita a manos de un chofer de una plataforma, preocupa ver mensajes como el siguiente: «Tengo 15 ¿Te cuido? ¿Me cuidas? O ¿Nos cuidamos? 😂😂😂😂 Aburrida»
Sería bueno que los padres estén más atentos a lo que publican sus hijos. Esta podría ser la diferencia entre la vida y la muerte de nuestros seres más amados. No está por demás tomar nuestras precauciones.
Comentarios