Desde hace mucho tiempo, los estados le echan la culpa al Gobierno Federal por la falta de apoyo en cuestiones de combate a la delincuencia y seguridad, pero el día de hoy el presidente Peña Nieto ha dicho que la culpa de los altos índices de la delincuencia en México es de los estados y municipios. Ya que éstos «no cuentan con cuerpos policiacos suficientemente sólidos y confiables, y en el caso de los municipios, muchos ni siquiera han desarrollado sus propias corporaciones»; sóbense gobernadores y presidentes municipales.
La verdad es que, desde hace mucho tiempo, el Gobierno de la República se olvidó de los municipios, se olvidó de sus habitantes, particularmente de sus jóvenes. Desde hace algunos sexenios los jóvenes sin alternativas son el semillero de las bandas de delincuentes en este país, y esto no es culpa sólo de los estados y municipios, es culpa de las fallidas políticas sociales de un país que sigue privilegiando a los ricos por sobre los pobres.
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