Namiko: cuando el cinismo rompe el silencio

CEDH
Xalapa, Ver.-La presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Namiko Matzumoto FOTO: PATTY BARRADAS/FOTOVER
- en Opinión

Mussio Cárdenas Arellano /

* Lecciones sobre violación sexual  * Siendo duartista, calló  * El ataque no fue contra Cándido: Campa  * Lo mataron por lo que escribía: su hija  * Pepe Uribe y el audio  * Los golpes que vienen  * Túnel sumergido, un fiasco  * “Te vamos a matar prra”, le dicen a Eva Cadena  * Rocío, los terrenos y Emmanuel

Con el duartismo en la piel, a nadie le salvaguarda los derechos Namiko. Sabría del agravio y la tortura, la indefensión legal, del miedo que infunde el aparato de poder, o de la intimidad vulnerada en mujeres y hombres que desafiaron a Javier Duarte en sus días de poder. Y no movió un dedo.

Habla hoy por María del Sol. Y en ella acredita que hubo tortura brutal, el cuerpo despojado de todo mostrando desnudez, o la amenaza de penetración con objetos o con el “cuerpo viril”, o el amago de aplicar descargas eléctricas, o el terror a morir.

Y dice, “ahí hubo violencia sexual. No invasión física pero sí violencia sexual.

Se alza, pues, la titular de Derechos Humanos en Veracruz, Namiko Matsumoto Benítez, con la libertad de la joven abogada, la “jefa guapa” a quien la Procuraduría del duartismo le inventó un secuestro, la confinó en un penal y el Poder Judicial la condenó a purgar 24 años de cárcel.

Pontifica Namiko, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos porque Javier Duarte así lo decretó, con un caso, el de María del Sol Vázquez, que deja el penal de La Toma, en Amatlán de los Reyes, al centro de Veracruz, por múltiples violaciones al proceso legal.

Acusada de un secuestro que no cometió, de encabezar una banda que no conocía, María del Sol pasó cinco años encerrada, luchando por su vida y por su libertad, demostrando que aquella confesión inicial, en manos de agentes de la ya desaparecida Agencia Veracruzana de Investigaciones (AFI) fue producto de una tortura, las 14 horas de agresión sexual.

Se le imputó el plagio de Natalia Olvera Ros, ocurrido la mañana del 11 de octubre de 2012, en Córdoba, Veracruz. Un comando la interceptó cuando se hallaba en su automóvil, un Toyota RAV, en la colonia Nueva Córdoba, saliendo de su hogar. Eran varios varones y dos mujeres.

Según el relato de la época “un sujeto se acercó al auto. Golpeó el cristal del vehículo. De inmediato, una de las tipas abrió la puerta de copiloto. En tres palabras la conminó a pasarse al asiento trasero. Portaba en la mano un arma. Natalia no lo pensó.

“Quédate agachada”, le ordenó la tipa. Y si no lo hacía —le expresó— atentaría en su contra.

Se dejaron pedir 500 mil pesos. Era el rescate por la vida de Natalia. Y fue el precio que pagó con su libertad alguien tan inocente como María del Sol, ajena a todo lo ocurrido.

Cinco años después, desechadas sus apelaciones, condenada por un juez infame, confirmada su pena por el Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, María del Sol Vázquez logró un amparo y simultáneamente la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una recomendación para otorgarle su libertad, desechando la confesión arrancada por medio de tortura sexual.

La recomendación estableció que se había vulnerado el derecho a la integridad personal y a la libertad y seguridad personal”, le dice al portal Al Calor Político.

Los hechos en donde se involucra a la joven ocurrieron en el año de 2013, pero la queja fue presentada ante la Comisión a finales del año 2015 y se inició la integración de la misma, para quedar resuelta hace dos meses aproximadamente.

Fueron sus familiares los que acudieron ante el organismo defensor de derechos humanos a interponer la queja, aduciendo que habían sido violados sus derechos humanos, entre éstos, que había sido objeto de tortura en la modalidad de violencia sexual.

Indicó que tras haberse integrado debidamente la queja, se realizó la averiguación necesaria; además de que se aplicó el Protocolo de Estambul, que es el instrumento idóneo para acreditar si efectivamente se cometieron actos de tortura.

Se acreditó que hubo tal, que se cometieron actos de tortura, que hubo violencia sexual”.

Y da el catálogo de agresiones sexuales:

La violencia sexual no necesariamente implica lo que nosotros conocemos como una violación sexual, sino una invasión física del cuerpo humano; puede incluir actos que no involucren penetración o contacto físico alguno, así lo ha reconocido la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La violencia sexual puede incluir desnudarse forzosamente, que fue lo que ocurrió este caso”, indicó.

Añadió que la tortura sexual puede también incluir toques eléctricos, amenaza de penetración con objetos o el propio miembro viril.

“Matzumoto Benítez subrayó que todo esto causa un sufrimiento extremo en las mujeres y que deja secuelas psicológicas como fue el caso de María del Sol.

“De manera que, aplicado el Protocolo de Estambul, se acreditó la tortura en contra de la joven madre veracruzana, quien estuvo recluida 5 años en el penal de La Toma, en Amatlán.

“La Presidenta del organismo defensor de los derechos humanos informó también que la recomendación ya fue aceptada.

“Mencionó que la recomendación fue mixta, toda vez que fue dirigida a la Fiscalía General del Estado y al Tribunal Superior de Justicia y al Consejo de la Judicatura, porque la quejosa alegó que durante el procedimiento se cometió tortura, pero las autoridades no abrieron una investigación.

“Explicó que cuando una persona alega ante el Juez que se cometió tortura, el juzgador está obligado a iniciar de oficio una investigación, pero como no se hizo, la recomendación se dirigió al Poder Judicial.

“De esta manera, la Fiscalía y el Poder Judicial deberán iniciar un procedimiento administrativo en contra de los servidores públicos que resulten responsables por haber cometido dichos actos y en contra del Poder Judicial, que resulten responsables por la omisión de no iniciar una investigación por la tortura”.

Namiko es cínica. Proviene el gobierno duartista que fomentó la tortura y el agravio a los derechos de sus enemigos, y entonces callaba.

Cítese el encarcelamiento de la periodista Maryjose Gamboa Torales por un accidente vehicular, falleciendo José Luis Burela López. Por su actitud crítica a Javier Duarte, la comunicadora sufrió vejaciones, maltrato, toques eléctricos, golpes y un estado de shock psicológico.

Pudo acogerse a los beneficios de ley para enfrentar el juicio en libertad, pero el aparato duartista —el ex fiscal Luis Ángel Bravo y el Poder Judicial— le armaron un escenario de represión, tortura y miedo.

Nada dijo Namiko Matsumoto, quien en ese entonces era secretaria ejecutiva de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas. Primero la complicidad con Javier Duarte.

Hoy, aferrada al caso María del Sol Vázquez, Namiko simula que los derechos humanos son su prioridad.

Es eso. Sólo una simulación.

Archivo muerto

Una frase y Campa sacude al gremio de prensa. Cándido Ríos Vázquez, cuenta el subsecretario de Derechos Humanos del gobierno federal, no habría sido el objetivo en el crimen de Juan Díaz Covarrubias. A priori, sugiere Roberto Campa Cifrián, que el ataque iba dirigido a Víctor Arcelio Alegría, ex jefe policíaco de Acayucan, y su escolta y chofer, apodado “El Greñas” o “El Germán”. Cándido, el periodista, habría estado en el lugar y en el momento menos indicado. Libera los demonios con lo que dice, pues un sector de la prensa da por hecho que al reportero, corresponsal de Diario de Acayucan, del consorcio de Edel Álvarez Peña, titular del Poder Judicial de Veracruz, lo ultimaron por toque escribía. Su hija, Cristina Ríos Nieves, acusa que lo mataron por su actividad periodística. “A través de esa actividad periodística él desenmascaraba a personas poderosas, personas con dinero, caciques del pueblo”, refiere. “Él denunciaba a esta persona que era presidente municipal —Gaspar Gómez Jiménez, con el que tuvo confrontación, una agresión violenta, luego de un altercado verbal— y a través de ese puesto él mismo se da trabajo, contrata a sus empresas, crímenes en este pueblo ha ocurrido más de un asesinato sin esclarecer”. Cándido Ríos, editor de La Voz de Hueyapan, de estilo no refinado, bravo y directo, protagónico, mueve a Veracruz. Es el periodista número 21 en ser asesinado en seis años. Hay pronunciamientos entre la prensa nacional y estatal, incluso la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, y la aspirante presidencial panista, Margarita Zavala. Entre los periodistas hay quienes condenan el crimen como un ataque a la libertad de expresión; otros se reservan su opinión hasta ver qué arrojan las investigaciones. Campa asegura que no era el objeto de la agresión sino sus dos compañeros. Y el gobernador Yunes nada dice. Por algo el silencio.. Cónclave en la penumbra. Acuden cuatro ediles: José Uribe Pozos, Noriel Prot Álvarez, Luis Rendón Martín y Gersaín Hidalgo Cruz. Se apartan en el restaurant La Bocata, lejos, se suponía, de cualquier reflector. Y de pronto ven a un pull de prensa, que iba por la nota de la Asociación Mexicana de Defensa de los Animales. Día fatal para Pepe Uribe, el regidor panista, agobiado por un audio que inunda las redes sociales. Una mujer —“saben lo loca que estoy”— revela en él una infidelidad y el despido de una secretaria-tapadera de nombre Lilí, sacrificada para salvar el pellejo. Sea o no la consorte del edil, bajo esa tónica será el golpeteo a Pepe Uribe, cuyo único error es ser nada discreto y contarle a medio Coatzacoalcos que el único panista amarrado para contender por la diputación local en 2018 es él. Regla número uno en política: ni a la almohada se le cuenta lo que está por venir. Por cierto, Lilí Zamudio, secretaria de Uribe, antes de Rafael García Bringas, antes de su regreso al PRI, fue vista en la Junta de Conciliación para hacer valer sus derechos por despido injustificado sin la justa liquidación… Fiasco puro, el túnel sumergido. Su aforo, que debía ser de entre 11 y 15 mil vehículos al día, es de apenas 5 mil. Lo cuenta Luis Rendón Martín, regidor con la comisión de Túnel Sumergido en el ayuntamiento de Coatzacoalcos. No es por su precio, de 34 pesos, dice el ex líder de Grupo Integra. Lo cierto es que hay desdén de los usuarios, que prefieren cruzar a Villa Allende en el ferry o en el sistema de lanchas. Quizá sea por la suspicacia y el miedo a un desastre, que deriva de los múltiples problemas en su construcción, el retraso en la obra, el deterioro de los materiales, el óxido en sus paredes, dos marinos muertos cuando se colocaba el primer elemento en el lecho del río Coatzacoalcos, al que por cierto se le llamó “Karime” como si fuera un presagio de la debacle que arrastra a la familia del ex gobernador Javier Duarte. Sea lo que sea, el debían transitar por el túnel sumergido entre 11 mil y 15 mil vehículo al día y sólo lo hacen 5 mil. Alguien le tomó el pelo a Carlos Slim, mandamás de la constructora española FCC, concesionaria del túnel sumergido. Pintaba para ser un gran negocio y resultó un mayúsculo fracaso… In crescendo, las amenazas a Eva Cadena, y nadie actúa. Ahora es un tuit en que textualmente le sueltan: “@eva_cadena sigue ladrando y te vamos a matar prra”. El texto lleva como señal una fotografía de una pistola y parte de la mano que la empuña. Aparece en la cuenta de un usuario identificado como heicngr treviño @heicnbrG. Fue subido a las 8:51 de la mañana, el 21 de agosto, hace tres días. Antes, la diputada sin fuero, ex candidata de Morena a la alcaldía de Las Choapas, que viene diluyendo los cargos que se le imputan pues los videos difundidos por el periódico El Universal presentan edición y mutilación y son catalogados como “prueba ilícita”, había expresado una serie de amenazas, allanamiento a su domicilio, agresión a cuatro trabajadores de su empresa y el mensaje de uno de los dos agresores: “Díganle a Eva Cadena que estamos esperando que regrese para darle en la madre”. Crece la presión a medida que la empresaria y legisladora avanza, desestimando los cargos que Morena y la Fiscalía General del Estado de Veracruz le imputaron para su desafuero y posterior proceso penal. “Sigue ladrando y te vamos a matar prra”, le suelta un pejezombie y nadie mueve un dedo… ¿Cuál es ese marcado, marcadísimo interés de Rocío Nahle, la diputada de Morena, por inscribir una serie de predios en el Registro Público de la Propiedad, aledaños a un fraccionamiento del poniente de Coatzacoalcos, que suman varios miles de metros cuadrados? Un dato: lo opera un tal Emmanuel. Otro dato: apunta a ser el director de Catastro en el próximo ayuntamiento. Un pillo, pues…

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