¿Y qué sigue después del miedo?

MIedo
Vivir con miedo FOTO: MAKÍA
- en Opinión

Zaira Rosas / Tengo miedo, miedo de caminar por las calles, porque los asaltos están a la orden del día; miedo de que alguien me siga y pueda hacerme daño; miedo de dejar sola mi casa, porque ahora en ningún lugar se está a salvo; tengo miedo de que un día pueda encontrarme en medio de un fuego cruzado, miedo ante los feminicidios, soy mujer y me aterra no saber defenderme ante un atraco, tengo miedo de que quien esté leyendo esto también sienta miedo y aun así, no hacemos nada. Solo sentimos esa sensación de inseguridad y desconfianza ante el entorno pero nos encogemos y seguimos hablando de cuan terrible es la situación en el mundo.

El miedo se incrementa, no sólo es México, es el miedo latente a la humanidad, ¿acaso nos hemos vuelto locos?, ningún ha extremo ha sido bueno a lo largo de la historia, ¿por qué habría de serlo ahora?, ¿en qué momento una religión permitió tantos asesinatos a vidas inocentes?, ¿cuántos errores históricos tenemos que repasar para recordar que somos iguales?, ¿cuándo permitimos que surgieran tantos grupos extremistas?, ¿por qué los dejamos crecer?, o peor aún ¿por qué seguimos sin descubrir que somos cómplices.

Somos cómplices por cobardes, porque viendo que nadie más nos escuchaba, no hemos sido capaces de tomar las riendas y decir ¡Basta!, nos hemos escudado en “Barcelona, ¡Que dolor!” (Equivalente a mi foto en redes sociales está con ustedes). O quizás somos tan activistas que la muerte de un periodista o alguien que decía serlo nos duele, nos duele tanto que decimos: ¡Ni uno más!, la verdad es que a estas alturas ya no debería importar si es periodista o criminal, ¡Son vidas!, vidas que no hemos sabido rescatar a tiempo, no hemos formado a nuestros jóvenes debidamente porque por algo son blanco fácil para las filas del crimen, no hemos sido lo suficientemente críticos, ni lo suficientemente valientes para actuar por sí mismos.

¿Hasta dónde tiene que llegar nuestro hartazgo para que seamos capaces de poner un límite?, ¿Cuánto tiempo vamos a seguir esperando obras perfectas de parte de nuestros gobiernos?, en lo personal, hace mucho dejé de creer en partidos, más en aquellos donde los actores políticos son siempre los mismos, pero también me cuesta encontrar propuestas reales por parte de los independientes y al final, llegada la temporada de elecciones siempre me toca elegir al menos peor, pero estoy cansada de los reclamos al gobierno, no porque este no los merezca, sino por el tiempo desperdiciado, hemos vivido con miedo, con desconfianza creciente y llenos de inseguridad… y seguiremos así si no nos organizamos como sociedad.

En algún punto tenemos que comenzar a romper la cadena viciosa, hay quien dice que la inseguridad es producto de la pobreza y la falta de empleo, o quizás fallas terribles en la educación, al ser víctimas de un crimen muchas veces no denunciamos, también por miedo o falta de confianza en la ley, pero al no hacerlo también somos partícipes de una cadena que parece no tener fin. ¿Cómo limpiar a México a estas alturas?, quizás podríamos comenzar por la implementación debida de programas, ya que muchos gobernantes están sumergidos en escándalos por desvíos de recursos, creo que es momento de dejar de hacer cosas por interés personal y hacerlas pensando en un bien mayor, si los gobiernos no son capaces de hacer inserciones sociales dignas, hagámosla como personas, apoyémonos entre nosotros, lo único que llega después de una crisis es calma y en medio de ambas, ideas, apliquemos algunas de ellas para ver qué funciona y cómo podemos mejorar, creemos propuestas de seguridad, canales de comunicación, para que los criminales no se sientan con el derecho de pasar por encima de cualquiera.

Cuidémonos, el miedo también es necesario cuando se trata de mantenernos alerta y no expongamos algo tan valioso como una vida por salvar algo material, hagamos propuestas a nuestros sistemas penales, busquemos la manera de una reforma de los mismos y dejemos de fomentar aún en las formas más mínimas la ilegalidad, el mundo que tenemos hoy es el resultado de nuestras acciones constantes, vamos a modificarlas para con ello ser capaces de modificar también el entorno.

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