Don Jesús Reyes Heroles

Heroles
Jesús Reyes Heroles FOTO: WEB
- en Opinión

Elena Córdova / Fue un ilustre mexicano y veracruzano, nacido en la ciudad y puerto de Tuxpan del estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, un 3 de abril de 1921 y fallecido en la ciudad de Denver, Colorado, en los Estados Unidos, el día 19 de marzo de 1985.

Don Jesús Reyes Heroles fue un destacado político, jurista, historiador y ejemplar académico mexicano. A él, muchos historiadores lo colocan a la altura de los estadistas mundiales.

Son incontables los hombres de poder, analistas, historiadores que citan a Don Jesús Reyes Heroles como la personas idónea, con la estatura moral y cívica para ser presidente de la República, por desgracia, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (aún no reformada y de aquella época) no se lo permitió por su ascendencia extranjera, ya que su padre era español.

Las citas de la historia patria cuentan que más de alguna vez, el propio Presidente de la República Don Gustavo Díaz Ordaz, en tiempos de la sucesión presidencial, erigido este como el gran elector, exploró en más de una ocasión acerca de su interés por nominarlo y franquear dicha disposición legal, a lo cual, Don Jesús Reyes Heroles, con elegancia y carácter de un hombre respetuoso de las leyes vigentes, rechazó argumentando su condición de abogado y la claridad del artículo 82 de la Constitución General de la República Mexicana.

Concluyo que dentro del PRI, la figura de Jesús Reyes Heroles, hasta el día de hoy, se le reconoce como el mayor ideólogo que el partido ha tenido en su existencia, por su incuestionable defensa de la obra social e institucional de la Revolución Mexicana y otras instituciones del orden público y partidista.

Sin miedo a las ideas

Reyes Heroles heredó muchas citas conocidas, como: “En política, la forma es fondo”, con la que pretendía dignificar y exaltar la consideración y la educación en las relaciones políticas, como principal exigencia para la convivencia pacífica en la sociedad. También aseguraba que: “la política, la auténtica política, es la que puede cambiar, transformar, modificar, hacer y deshacer, exige optimismo; sólo con optimismo y confianza se puede lograr que la vocación individual coincida con el quehacer colectivo; sólo la auténtica vocación política hace que se puedan sentir los intereses de una colectividad como propios”.

En fecha pasada y reciente, El Partido Revolucionario Institucional (PRI) celebró su XXII Asamblea Nacional, y dentro de sus dictámenes, se propone el surgimiento del Instituto de Formación Política Jesús Reyes Heroles, con base en las funciones del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político y las atribuciones del Comité Nacional Editorial y de Divulgación. Creo, en lo personal que no existe un mejor homenaje partidario para un hombre político que exaltaba el ejercicio del poder y el quehacer partidario al citar que “La polémica, la discusión, no perturban: esclarecen y obligan a pensar. No debemos rechazar una idea nueva sin examinarla, estudiarla y sopesar su viabilidad. No debemos repetir las viejas ideas por mera rutina: es nuestra obligación reexaminarlas, estudiarlas y admitirlas o rechazarlas, a la luz de este examen. No tenemos esquemas intocables. En nuestras filas no debe haber miedo a las nuevas ideas. Revolución hecha rutina es un contrasentido”.

Fallan los hombres

Sin duda son tiempos difíciles, para muchos ahora ser priistas es algo peor que ser mal ciudadano. Como bien dice la política Ivonne Ortega, “ser priistas es difícil en estos tiempos. Pero no por ser difícil vamos a dejar de hacerlo”. La ideología del partido es una buena ideología, es una en que muchos creemos y aplicamos, y no podemos pagar los platos rotos que no rompemos. Si hay quienes cometieron errores, que se les castigue. Parafraseando a Don Jesús Reyes Heroles “la libertad nos apoya y aquellos que le tengan miedo, deben irse a otro partido y convertir su casa en fortaleza”.

En conclusión, si mucho de lo malo ha pasado, no es culpa del organismo político, como dice el clásico, fallan los hombres no las instituciones. Y el PRI es una institución solida e histórica con mucho quehacer aun por delante.

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