Consummātum est es una locución latina de uso actual que significa literalmente «se acabó todo», «todo está cumplido». Y según el evangelio, fueron las últimas palabras de Cristo. Pues bien pudiéramos usar estas palabras para describir la reunión entre el presidente Peña Nieto y su primo Alfredo del Mazo Maza, gobernador electo del Estado de México. Se consumó y cumplió al pie de la letra la voluntad de los inquilinos de Los Pinos.
Y es que jamás cruzó por la mente de los priistas dejar en manos de Delfina Gómez, la protegida de Andrés Manuel López Obrador, un estado añejo, que desde hace 90 años ha sido trasquilado por la fauna política tricolor y que ha servido como búnker al Grupo Atlacomulco.
Por esta razón, no nos agarra de sorpresa que el presidente Enrique Peña Nieto se haya reunido el día de ayer, en la residencia oficial de Los Pinos, con su primo y le haya estrechado la mano y reiterado todo el apoyo del Gobierno Federal.
Es bien sabido y documentado que el PRI ha usado a este estado como bastión de votos para el tricolor, no importa cómo consiga los votos, lo que realmente les importa es de donde puedan justificar los chanchullos y trastupijes electorales. Por lo pronto, el sistema priista representado por Peña Nieto manda el mensaje: van con todo contra Andrés Manuel López Obrador.
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