San Rafael, Ver. Muy buenos días. Saludo la presencia del maestro Manelich Castilla Craviotto, Comisionado General de la Policía Federal; del Comisario General Raúl Antonio Castillejos Solís, titular de la División de Seguridad Regional.
Aprecio mucho que nos acompañen en esta reunión el General Germán Antonio Bautista, Comandante de la 26 Zona Militar; el Vicealmirante José Pantaleón Demuner Flores, jefe del Estado Mayor de la Primera Región Naval.
Y le doy la bienvenida, con todo el afecto, con toda la cordialidad y con todo el compromiso de seguir trabajando juntos, al nuevo Coordinador de la Policía Federal en el estado de Veracruz, Comisario Francisco Israel Galván Jaime. Bienvenido a Veracruz.
Saludo y me da mucho gusto que esté presente, a la señora Celina Polo Celis, esposa de nuestro gran querido y recordado amigo Juan Camilo Castagné; a su hija Celina Castagné Polo. Bienvenidas, qué bueno que están aquí.
Un saludo muy afectuoso a todas las compañeras y compañeros de la Policía Federal.
Hace exactamente 37 días nos reunió en este lugar un hecho triste, un hecho que todos llevaremos como una marca en el corazón. Un hecho que marcó también la historia de Veracruz y que puso un listón negro en estas instalaciones de la Policía Federal.
Ese día, el día en que despedimos a Juan Camilo Castagné, yo dije que moría Juan Camilo, que físicamente se iba, pero que su memoria estaría para siempre con nosotros; una memoria de reconocimiento y de gratitud del pueblo de Veracruz, para él y para todos los compañeros de la Policía Federal que han ofrendado su vida en defensa de los veracruzanos.
Pedí, ese mismo día, al Ayuntamiento de San Rafael que en reconocimiento a uno de sus hijos más ilustres, pusiera el nombre de Juan Camilo a alguna plaza, a alguna unidad deportiva de ese lugar, porque no debemos de ninguna manera, dejar morir el recuerdo de quien tanto hizo en bien de Veracruz.
Recibí ya una respuesta a la que quiero dar lectura, porque estoy seguro de que todas y todos ustedes, y particularmente la familia de Juan Camilo, se sentirán particularmente orgulloso.
Dice así:
“Honorable Ayuntamiento de San Rafael Veracruz; licenciado Miguel Ángel Yunes Linares, Gobernador del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. Presente.
En atención a su oficio, en el cual propone a este honorable Ayuntamiento y al pueblo del municipio de San Rafael en general, poner el nombre del extinto Comisario Juan Camilo Castagné Velasco a un sitio público, tengo a bien comunicarle que hemos iniciado una consulta a la ciudadanía para que el parque central de nuestra cabecera municipal sea nombrado como este hijo ilustre de San Rafael.
Por lo que en fecha próxima, una vez concluida la mencionada consulta, le comunicaré a usted, la decisión de nuestro pueblo, la cual será sin duda alguna a favor de la propuesta que usted nos hace.
Sin más por el momento me despido de usted, quedando a sus apreciables órdenes. Contador Público Héctor Lagunes Reyes, presidente municipal Constitucional de San Rafael”.
Muchas gracias al Presidente Municipal.
Y en la plaza central del pueblo que lo vio nacer, estará el nombre de Juan Camilo, y estará también un monumento que el Gobierno del Estado mandará a hacer, un busto que mandaremos hacer para que su nieto, para que su hija, para que su hijo, para que su esposa, para que sus descendientes cuando vayan a San Rafael se sientan muy orgullosos del abuelo que tuvieron, se sientan muy orgullosos de un mexicano, de un veracruzano, que se la jugó por las cosas positivas de este país y de este estado.
Juan Camilo tuvo que morir de la forma en que murió para que hubiera un reconocimiento a lo que hacía. Lo que hoy enfrentamos es a una delincuencia del más alto riesgo, a una delincuencia que no tiene límite, a una delincuencia para la que no hay normas ni hay leyes.
Las instituciones, todas, las del Estado Mexicano, las que estamos aquí representadas, sujetamos nuestra conducta a las leyes, a la Constitución, a las comisiones de Derechos Humanos, a los nuevos lineamientos en materia del proceso penal, a los medios, a las redes sociales, absolutamente a todo.
Es una lucha frente a un enemigo que no tiene límites, e instituciones que los tenemos todos; pero también es una lucha en la cual el reconocimiento prácticamente nunca llega, porque es mucho más sencillo destruir con un comentario, con una expresión, con una pluma, lo que hacemos las instituciones públicas en beneficio de la seguridad.
Es muy sencillo tomar una computadora y escribir, o subir a la red un comentario negativo en contra de la Policía, es mucho más sencillo eso que tomar un arma, un radio, subirse a una patrulla, irse a la carretera, comer donde se pueda, dormir si se puede, y enfrentar a una delincuencia que tiene armas, que tiene poder, y que no tiene corazón y no tiene conciencia.
Y a ese policía, como ustedes, como muchos miles de policías que trabajan por Veracruz, jamás les llega el reconocimiento.
Sí todos los días la crítica, sí todos los días el señalamiento grosero, sí todos los días el señalamiento de que hay ineficiencia y de que no se puede, pero jamás el reconocimiento de que estamos dando la vida para que Veracruz cambie y de que vamos a seguir dando la vida para vencer a la delincuencia y para que los veracruzanos volvamos a vivir en paz.
Ese reconocimiento lo merecen los policías. Qué bueno que hoy se le ha hecho el reconocimiento a Juan Camilo, y así a todos y cada uno de los policías.
No pido aplausos para la Policía y no pido aplausos para el Gobernador. No pido a la opinión pública que reconozca lo que no hacemos, simplemente pido que se haga un análisis objetivo de lo que está sucediendo y que se vea lo que estamos haciendo, lo que hacen ustedes, lo que hacen sus jefes.
Pero también, lo que resienten las familias, lo que cada familia siente, la de todos nosotros, cuando salimos de casa y saben perfectamente bien a lo que estamos expuestos.
No pido un reconocimiento para el Gobernador, el Gobernador asume que es su responsabilidad y la enfrenta con todo y hacemos todo lo posible por resolver este problema grave, que es la primer demanda de los veracruzanos y de todos los mexicanos.
Y lo mismo hace el Presidente de la República, y lo mismo hace el Secretario de la Defensa Nacional, y el de Marina, y el de Gobernación, y el Comisionado Nacional de Seguridad, y el Procurador General de la República y todas las autoridades.
Todos queremos acabar con la delincuencia, todos queremos recuperar la tranquilidad y la paz social; pero requerimos también de la confianza de la sociedad.
Y requerimos de que la confianza de la sociedad se manifieste en hechos concretos, se manifieste en poner a disposición de la autoridad los datos, las denuncias, que se sepa lo que sucede, que acudan ante el Ministerio Público y denuncien, que cuando suceda un hecho delictivo sepan que quienes estamos de su lado somos nosotros y no los delincuentes, que nada se gana con hacer escándalo, que mucho se gana cuando se confía en la autoridad.
Ayer, después de un mes, gracias al esfuerzo, a la tenacidad, a la paciencia, a la inteligencia de Fuerzas Federales y de la Fiscalía General del Estado, se logró recuperar con vida y sin daños físicos, a una persona secuestrada durante un mes.
Hoy hay cinco detenidos, una de las bandas de secuestradores más peligrosas del estado de Veracruz y del sureste de la República.
Gracias a la tenacidad y al esfuerzo, ahí está Jorge Wade en su casa en Minatitlán después de un mes de estar secuestrado; y están en la Fiscalía 5 detenidos después de un mes de tenerlo secuestrado y estarán años en prisión.
Hoy esperamos que también de la misma manera en que se nos critique, a 8 columnas se diga: Que bueno que la Policía Federal, que bueno que la Fiscalía General del Estado, tuvieron el talento y la capacidad para resolver este problema y para detener a una banda de secuestradores.
Eso es lo que se tiene que hacer, eso es justicia. Ese es el reconocimiento que la policía merece.
Y cuando hay crítica, cuando hay exigencia, se entiende perfectamente la molestia social, pero frente a esa crítica y frente a esa exigencia, lo que hay es respuesta, lo que hay es más trabajo, lo que hay es más empeño, lo que hay son menos horas de sueño, de todos ustedes y de todos nosotros.
Eso es lo que está pasando, necesitamos enfrentar con firmeza como lo estamos haciendo a la delincuencia. Con más recursos que los que tenemos, con más capacidades técnicas, con mayor tecnología, con mejores elementos, pero también necesitamos que la sociedad confíe en sus instituciones.
Y también necesitamos que no sea necesario que un elemento de la Policía pierda la vida para que se reconozca la labor que miles de mexicanas y mexicanos hacen en pos de la seguridad.
El Gobernador de Veracruz aprecia muchísimo lo que hace la Policía Federal, lo que hace el Ejército y lo que hace la Marina en bien de la seguridad.
Nuestro compromiso es seguir trabajando juntos, nuestro compromiso es seguir haciéndolo todos los días como lo hacemos desde el primero de diciembre. Nuestro compromiso es seguir haciendo el mayor esfuerzo para que Veracruz vuelva a vivir seguro.
En ese esfuerzo, en esa decisión, el Gobernador está empeñado, y yo sé que tengo todo el apoyo del Gobierno Federal como aquí se manifiesta, vamos compañeras y compañeros de la Policía Federal a seguir con esta tarea.
Les aseguro que vamos a lograr la victoria, porque la victoria está de lado de quienes tenemos razón, y el pueblo de Veracruz tiene razón en reclamar seguridad y en reclamar justicia.
Aquí estamos quienes vamos a lograr seguridad y justicia para las veracruzanas y los veracruzanos.
Bienvenido Comisario, llegas a un estado en una situación compleja, pero llegas a un estado también con autoridades comprometidas a resolver el problema, con autoridades comprometidas a que este problema dejará de ser el azote de los veracruzanos.
No tenemos una varita mágica, pero sí tenemos toda la voluntad, toda la decisión y algo muy importante: todo el valor para enfrentar a la delincuencia y para derrotar a la delincuencia. Lo vamos a lograr, no tengo ninguna duda. Muchas gracias.
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