Si Karime hubiera pensado en sus hijos, no habría cárcel y exilio voluntario

Pecados
Karime Macías Tubilla, Javier Duarte e hijos FOTO: CUNA DE GRILLOS

Hace algún tiempo, cuando el exgobernador y especialista en chilindrinas y cocoles alegaba su inocencia, sonó el teléfono de la Casa Veracruz; era una llamada de la escuela de los hijos de la pareja tropical, solicitaban la presencia de uno de los padres porque el más pequeño no se sentía muy bien. Al no estar disponible ninguno de los padres, se presentó la asistente doméstica.

Según cuentan, a la asistente le explicaron que el niño presentaba una crisis y que no dejaba de llorar desde la mañana. Cuando el pequeño se calmó un poco y pudo hablar, éste dijo que estaba triste porque ya pronto se iban a ir de la ciudad «y que a su papá lo iban a meter a la cárcel».

Desgraciadamente eso pasa con los problemas de los adultos; en muchas ocasiones los más perjudicados son los hijos. La falta de honradez y de principios éticos deberían servir como un muro para detenernos de cometer algún ilícito que perjudique directamente a nuestros hijos.

Sin embargo, en muchas ocasiones, como el caso de Javier Duarte y de Karime Macías, puede más la avaricia y el deseo de poder. Si la esposa de Javier Duarte, hubiera pensado primero en cómo afectarían sus decisiones en sus hijos, la historia tendría otro final. Ni su esposo estaría en la cárcel ni ella estaría en el exilio voluntario con sus hijos, y téngalo por seguro que Veracruz no estaría en bancarrota.

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