La jefa de la banda era Karime Macías; ¿que está esperando la PGR, para detenerla?

Detención
Karime Macías y Javier Duarte, los "Bonnie y Clyde" tropicales FOTO: WEB

Si alguien piensa que Javier Duarte librará la prisión fácilmente, se equivoca. La acusación de delincuencia organizada no es poca cosa. Para que tenga usted una idea, de esta acusación se debe entender bien el concepto de delincuencia organizada. Ésta se caracteriza cuando tres o más personas acuerdan organizarse para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí tienen como resultado cometer el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, acopio y tráfico de armas; tráfico de indocumentados, tráfico de órganos, asalto, secuestro, tráfico de menores y robo de vehículos, esto con fin de poder tener una vida estable y cómoda, es decir robar a manos llenas el dinero de otros.

Por ejemplo, Karime le da instrucciones a Javier para ordenar a sus subalternos de erigir empresas a nombres de desconocidos, mismas que recibirían dinero de dependencias públicas o constructoras trasnacionales como Odebrecht; a su vez, éstas compraran casas, departamentos, terrenos, joyas, vehículos, aviones, a nombre de prestanombres.

Todo con el fin de tratar de engañar, que el dinero es de origen licito. Eso es delincuencia organizada. El asunto se agrava cuando el miembro del clan es servidor público, como lo fue Javier Duarte de Ochoa y pandilla en el gobierno estatal. Por tal razón, la sociedad veracruzana se pregunta, ¿que está esperando la PGR, para detener a la que merecía abundancia?

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *