Qué es lo que pasa con esos jóvenes que, viviendo en condiciones privilegiadas se comportan como unos verdaderos patanes. Sus padres les dan todo, estudian con los Legionarios de Cristo, el gobierno les brinda protección e impunidad. ¡Ah, es eso! Todos recordamos que, aunque la iglesia católica terminó por desconocer a Marcial Maciel, el líder de los legionarios que violó y violentó a decenas de jóvenes con vocación sacerdotal, el gobierno de México siempre lo cubrió de impunidad.
Ese ejemplo es un monumento que yergue en todas las escuelas de los Legionarios de Cristo, ya sea conscientes o no. La lección implícita para los que estudian ahí es «puedes delinquir por años, puedes violar por décadas, pero si tienes gente poderosa que te apoye, entonces no tienes nada de que preocuparte». Eso es lo que aprendieron los alumnos del Instituto Cumbres, eso aprenden también los del Colegio Irlandés quienes el fin de semana tuvieron un enfrentamiento a golpes.
Por supuesto, los maestros no necesitan pararse ante el grupo y enseñarlo, los jóvenes lo saben desde que ponen un pie en esos colegios. Es por ello que cuando se gradúan, no lo hacen de preparatoria, salen graduados de arrogancia, ya en la universidad llevarán la materia de impunidad.
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