Las elecciones del domingo 4 de julio no fueron un desastre para la alianza que llevó a Miguel Ángel Yunes Linares a la gubernatura. El saldo de la alianza PAN-PRD finalmente fue positivo, 112 alcaldías de las 212 disputadas; curiosamente muchas de éstas en las zonas serranas. En el conteo del Programa de Resultados Electorales Preliminares llama la atención que todos los “Ixhuatlanes” se le quedaron a la alianza PAN-PRD y todos por una copiosa votación; lo mismo que en los tiempos del PRI.
El corredor de Veracruz, Boca del Río y Medellín de Bravo se lo quedó el PAN-PRD, no así Orizaba, aunque se quedó con Córdoba y Ciudad Mendoza. En el sur perdieron Las Choapas, Minatitlán y Coatzacoalcos. En el norte no obtuvieron Poza Rica, pero se quedaron con Papantla, Tuxpan y Pánuco.
El PAN-PRD operó duro el día de la votación, militantes, taxistas, líderes de colonias estuvieron coaccionando el voto a favor de los candidatos de la alianza del cambio que sigue. La elección no fue nada limpia, la verdad no hubo diferencia con las anteriores.
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