Luis Ramírez Baqueiro /
“La experiencia no es lo que le sucede a un hombre,
sino lo que ese hombre hace con lo que le sucede.” – Aldous Huxley.
Que pasaría en Xalapa, si el candidato ganador a la alcaldía de la capital, no fuera el investigador y catedrático, Hipólito Rodríguez Herrero, abanderado de Morena, o la candidata de la Coalición “Veracruz el cambio sigue” que abandera el PAN-PRD, Ana Miriam Ferráez.
Imagine usted por un momento, que el discurso demagógico desarrollado por Morena comience a cansar a la sociedad, y es que eso de que solo porque se rebajen el sueldo, y se pretenda acabar con la corrupción y está se terminará, así como acción del mismo altísimo, simplemente porque el todo poderoso líder moral del movimiento Andrés Manuel López Obrador, se los ha venido vendiendo como oración milagrosa que habrá de presentarse en cuanto él se coloque la banda presidencial, a manera de milagro guadalupano, ocurrirá en México –sobre todo cuando no terminan de aclarar casos como el de Eva Cadena u otros personajes de extrañas mañas-.
De igual manera supongamos, que el desgaste producido por el actual gobierno estatal, tras el primer cuarto de mandato -seis meses de administración- en donde el margen de maniobra ha obstaculizado la ejecución de acciones, el despido masivo de trabajadores, y la nula capacidad de síntesis de su candidata por la coalición PAN-PRD, Ana Miriam Ferráez Centeno simplemente no terminan de convencer al electorado.
Ahora bien, aun cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrenta el peor periodo de su historia en la entidad, tras el paso del ya considerado peor gobierno de la historia no solo de Veracruz, sino de México mismo, el nicho de oportunidad de su candidato Alejandro Montano Guzmán está ahí, latente, plausible, con una oferta real, que dista por mucho de las presentadas por las dos supuestas ofertas líderes en la preferencia electoral.
Montano Guzmán, no es un improvisado, con resultados reales tras su paso en la función pública, dista por mucho de ser un candidato al que se le pueda dar por muerto, al contrario, quienes piensan lo contrario, estarán cometiendo un grave error.
Su paso por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) lograron que en Veracruz no se asaltara un banco en seis años, que se detuviera a cero el robo en carreteras, que se logrará abatir el abigeato y que se convirtiera en realidad el Centro de Comando, Control, Computo y Comunicación de la SSP conocido como C-4; que en su momento, fuera de tal impacto que el mismo presidente Vicente Fox, copiará para replicarlo en todos los estados del país, hoy ese proyecto convertido en realidad por Montano es aplicable a través del número nacional de emergencias 911.
De igual modo, el militar de carrera al amparo del manto protector que le cobijo el entonces presidente Miguel Alemán Valdez construyo un futuro promisorio al servicio de la familia Alemán, a la que le reserva un respeto y una lealtad a toda prueba, lo mismo que a los veracruzanos, a los que le ha correspondido servir.
Centrado en la necesidad de alcanzar al menos 10 grandes compromisos con la capital, el ex diputado local y federal, expresa el cómo se pueden alcanzar estos cambios para la capital.
La incipiente participación ciudadana con la que se pretende desarrollar la jornada comicial en Veracruz, producto de ese hastío por los malos gobiernos, colocan a Montano en franca desventaja, pero a la vez, en la mayor posibilidad para alcanzar la alcaldía.
Y es que el secreto de este proceso electoral estará en el manejo de las estructuras y en la propia operación política, dos temas en los que el PRI, tienen suma ventaja en comparación con las otras fuerzas políticas.
El resentimiento social a todo lo que signifique sistema producto de los nulos resultados gubernamentales le dan una nueva desventaja, pero a su vez, abre el espacio para el electorado que identifique claramente las ofertas políticas reales.
El plan de Montano de llegar a la alcaldía será el de convertir su proyecto en ley para garantizar que temas como la movilidad, el agua, la cultura, la generación de empleos, la contratación de empresas locales para el desarrollo de obra pública, y muchas más se conviertan en temas de aplicación transcuatrianuales, garantizando con ello, políticas públicas de largo plazo para la capital.
La posibilidad real está ahí, ahora dependerá de cómo se alineen los astros y en una de esas poder decir ¡y si fuera Montano!
Al tiempo.
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