Dicen en mi pueblo: «El que lo huele debajo lo tiene». Esto lo decimos por las recientes declaraciones del diputado Sergio Rodríguez, quien parece que se quiere amarrar el dedo con eso de que lo acusan de roba carros. Ya se ha documentado muy bien el caso sobre la compra que hiciera Sergio Rodríguez de un auto de 300 mil pesos que al final nunca entregó.
Al parecer hubo mucho dolo y alevosía en la acción que el diputado niega; pero el caso es que conociéndole las mañas es difícil considerarlo inocente. Sergio Rodríguez dice que no estaría bien que el fiscal Winckler actuara en contra de los que piden juicio político en su contra: «No podemos pensar que este gobierno es igual al de Javier Duarte, no cabría y no sería el tema; entraría en confrontación con el Poder Legislativo y eso no le sirve a Veracruz».
Siente pasos el diputado, siente que le jalan los pies en la noche; le piden que responda a sus acusaciones y siente la virgen le habla. Pero claro, como dirían los clásicos: «El que nada debe, nada teme». Pero Sergio Rodríguez parece que quedó a deber mucho, muchísimo.
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