De cinito a chivo expiatorio

Pacto
Andrés Manuel López Obrador y Javier Duarte
- en Opinión

Sabino Cruz V. / 

Pendejo seré si no aprovecho que ahora mi primo es gobernador

Jorge Duarte Bouchez

La noticia que a la gran mayoría de nativos y avecindados en suelo veracruzano nos alegró la semana, que nos hizo volver a creer en la “justicia divina” y que lo que aquí se hace, aquí se paga, sin la menor duda fue que la captura del señor Javier Duarte de Ochoa, el “pez gordo” de la política mexicana, después de seis meses había llegado a su fin. Afortunadamente con un final feliz, pues muchos llegamos a pensar que correría la misma suerte de Manuel Muños Rocha que desde 1994 está desaparecido; con la salvedad que este no “mandó” a matar José Francisco Ruiz Massieu, pero sí cuentan entre las acusaciones la aplicación de quimioterapias apócrifas, así como la muerte de 17 periodistas y 3 desaparecidos. (http://www.animalpolitico.com/2017/04/)

Mucha tinta, opiniones y quinielas han corrido desde el 15 de octubre de 2016 que se supo de él por última vez, y hasta el sábado 15, “de Gloria”, del mes y año que corre, que autoridades de la Interpol Guatemala le notificaron que había orden de captura en su contra. De ese tiempo a la fecha, desde la teoría del complot; negociaciones de entrega a cambio de no abrir proceso a Karime Macías; amenazas de dar declaraciones que cimbrarían al Sistema Político Mexicano; maniobra política; o que “la mafia del poder” lo estaba protegiendo, corrieron por rotativas, impresoras digitales, pasquines, reuniones de amigos/familias, analistas de café y “politólogos” editorialistas locales.

Pero la alegría de los pobres, que con poco nos conformamos, es decir ver al “Gordo” tras las rejas, y que desdibujó del rostro de propios (morenistas) y extraños, fueron las declaraciones sobre la captura del “gobernador corrupto” que hizo el señor Andrés Manuel López Obrador, que la calificó como una simulación de combate contra la corrupción y que el señor Duarte de Ochoa se le achacan culpas cometidas por otros, es decir, que es “un chivo expiatorio”; eso, “ni Obama lo entiende”. Cómo tampoco se entiende que considere la aprehensión como una maniobra política para enlodar a Morena, y que unos días antes de las elecciones va a declarar que le dio dinero a Morena. (https://www.facebook.com/lopezobrador.org.mx/). Ambas declaraciones se suma a la del 22 de febrero del año sobre el descubrimiento de una bodega que resguardaba propiedades de los Duarte Macías, y que adjetivó de “cinito”, en el entendido que esto es puro montaje.

Si es Culpable o inocente el señor Duarte de Ochoa, corresponde a la Fiscalía General de la República y del Estado de Veracruz, y a los abogados defensores demostrarlo. Lo cierto es que para el imaginario colectivo, me atrevo a decir que de todo el país e incluso de otros países que han seguido el caso, no hay duda de su culpabilidad. Que también sean llevados a la cárcel sus cómplices y todos aquellos que se beneficiaron del “pinche poder”, como los otrora poderos primos Jorge Duarte Bouchez que por doce años fue subdirector de Arte y Patrimonio del IVEC, que quitaba y ponía directores a modo, o Brenda Tubillas Muñoz, que por cinco años regenteó Cumbre Tajín, es deseo malsano que quizás no se cumpla.

Pero de eso a que el señor López Obrador y toda su feligresía, quieran envenenarnos el ánimo sembrando la cizaña de la discordia, creo que en nada favorece a la de por sí vapuleada democracia; como tampoco tiene que convencernos que no tiene ninguna relación con Duarte ni con ningún corrupto, y que por supuesto no recibió ningún peso de manos del “gobernador corrupto”, como tampoco que recibió dinero del empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz. Para eso están los emisarios.

Bien le haría al señor López y a sus seguidores conocer/reflexionar sobre el modelo “agónico” propuesto por Chantal Mouffe (2014) para que las izquierdas hagan un solo frente contra el (neo) liberalismo y concentren una verdadera fuerza de cambio. Dejar de ver al otro como un competidor/enemigo que debe ser aniquilado/derrotado, descalificando sus opiniones, acciones, etcétera. Entender-analizar a fondo la diferencia entre “lo político” y “la política”. Reconocer al otro/los otros como legítimos adversarios al cual se privilegia el derecho de exponer sus argumentos; entender bien y con prontitud “que la dimensión antagónica es inherentes a todas las sociedades humanas” (p. 22), que la confrontación es inerradicable y que sobre ella hay que diseñar “la política”.

Llevar la política al terreno de lo moral, al tomar una posición del bien contra el mal, de honestos contra deshonestos, de erigirse como un “referente moral”, no es bueno para la democracia, “ya que cuando los oponentes no se definen de un modo político sino moral, no pueden ser percibidos como adversarios, sino como enemigos. Con los malvados, ningún debate agonista es posible. Deben ser eliminados”. (Mouffe, p. 140). El señor López Obrador y su hueste deben aceptar que muchos disentimos de sus discursos, no porque seamos de derecha, centro derecha o de la izquierda por él proscrita, o de cualquier otra corriente político-ideológica, sino porque los discursos incendiarios, en nada contribuyen a los principios democráticos de Libertad e igualdad para todos.

Comentario Breve

La mañana del jueves 27 el mes y año que corre, a partir de las 9 horas, en la Galería AP, cita Belisario Domínguez # 25, Xalapa, Ver., se realizará el Primer Foro de Periodismo Cultural, en el que participaran compañeros del gremio que desde hace varios años cubren la fuente de lo artístico y cultural de la Ciudad. Si bien no estarán todos los que son, la muestra es una oportunidad para socializar/dialogar sobre el difícil arte de describir lo inscribible.

Más allá de la fobias y filias que la reunión provoca entre los mismos comunicadores, creadores, ejecutantes, intérpretes, poetas, escritores, pintores, fotógrafos, promotores culturales, etcétera, así como directores de festivales o academias de arte, tendrán, quizás, la única oportunidad de ver reunidos a los que hablan/escriben de sus propuestas escénicas, visuales y/o sonoras. [a los amigos/enemigos los espero a las 11:30 horas.]

 

Bibliografía

Mouffe, Chantal. (2014). Agonística. Pensar el mundo políticamente. Trad. Soledad Laclau. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

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