Karime, la cómplice no puede ser tocada ni con el pétalo de una rosa por la PGR

Karime
Karime Macías Tubilla FOTO: WEB

«¿Vives con tu familia? Bien, porque un hombre que no vive con su familia no puede ser un hombre». En el laureado filme El Padrino, esa pregunta la hace Marlon Brando, quien interpreta a don Vito Corleone, al actor Al Martino quien hace el papel de Johnny Fontaner, un cantante que quiere ser actor. Y es que para el capo Corleone todo giraba alrededor de la familia; hombre que no mantenía a los suyos o no se preocupara por el bienestar de sus seres queridos, no podía tener buen fin. Al parecer para Javier Duarte la familia también juega un papel importante.

No obstante que su esposa, Karime Macías Tubilla, abandonó a su suerte a miles de ancianos a lo largo del estado, jineteando y dejando de pagarles sus miserables pensiones que no rebasaban los 800 pesos, queda impune a pesar de las evidencias presentadas por la Fiscalía, donde aparece como el verdadero cerebro que inyectaba en la cabeza del flamante doctor en Economía las ideas para poder echar andar un verdadero consorcio de empresas fantasma.

Resulta sospechoso el proceder de la PGR al no tocar ni con el pétalo de una rosa a una mujer que, supo desde el principio, que su único objetivo era esquilmar los recursos de más de ocho millones de veracruzanos.

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