Flavino Ríos, el político que perdió la dignidad por el poder omnímodo

Flavino
Xalapa, Ver.- El gobernador interino Flavino Ríos Alvarado FOTO: PATTY BARRADAS/FOTOVER

A Flavino Ríos Alvarado se le podía ver vestido con traje sobrio, guayabera o abrigo; se veía en él a un funcionario elegante y eficiente, usaba el diálogo terso y suave para resolver los problemas. Su experiencia como funcionario es basta: ha sido subsecretario de Gobierno, secretario de Educación, secretario de Gobierno y finalmente gobernador interino.

Su cambio al lado oscuro no fue automático, seguramente le aprendido algunas mañas al oscuro Tío Fide y se graduó con Javier Duarte. Cuando Javier Duarte pidió licencia, mostró ese lado oscuro; comenzó a mover sus piezas, le habían hecho creer que Yunes Linares no llegaría y que su mandato se alargaría. Comenzó a dar facilidades para la basificación del personal y comisionados del gobierno, y también toma de notas a varios sindicatos.

Sin embargo, Ríos Alvarado ya se había embarrado de estiércol; a su paso en el gobierno ya había tenido tropiezos con los maestros y pensionados. El problema de Ríos Alvarado fue su falsa lealtad a un ladrón falto de escrúpulos y haberlo solapado al grado de darle todas las facilidades para escapar de la mano de la justicia.

Hoy, después de que se le diagnosticó la presión alta en el hospital Los ángeles, busca alargar su estadía ahí, sin embargo, él sabe que tarde o temprano regresara a Pacho, ese es el lugar de los cómplices del duartismo.

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