En capilla exfuncionarios ratones; ya cayeron cuatro en Pacho, faltan muchos

Capilla
El Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga AUTOR: ANTONIO GISBERT PÉREZ

Hay una frase coloquial formada por un verbo en infinitivo primera conjugación (estar), una preposición (en) y un sustantivo femenino singular: capilla. Juntos forman la frase «estar en capilla», pero no se confunda, no es precisamente estar sentado cómodamente en un lugar religioso, orando o esperando que un sacerdote oficie misa. La frase tiene que ver con estar en una situación de espera previo a alguna prueba definitoria, con los nervios que eso conlleva. Pero además se puede utilizar para referirse a una situación en la que la persona ha tenido determinada conducta por la cual en el presente es observada muy atentamente, presagiando que si lo repite puede verse recriminada o castigada.

Así están todos, sí escuchó bien, todos los funcionarios, hasta los de medio pelo que trabajaron para el ya considerado peor gobernador de la historia de Veracruz. Ya cayó Bermúdez Zurita, Flavino Ríos Alvarado, Mauricio Audirac Murillo, y Francisco Valencia García, todos ellos formaron parte de la cofradía encargada de malgastar y vilipendiar los recursos de los veracruzanos.

En capilla, sentadita y con un rosario en la mano, se encuentra Madame Gina, con cara de arrepentimiento y con su infaltable traje azul marino; también lo está Adolfo Mota y seguramente con su guayabera roja de lino Murano aparecerá Jorge Carballo. Si nos pusiéramos a nombra a todos, tenga la certeza que no acabaríamos hoy. Pero al menos ya vemos que van cayendo como moscas, ahora sólo falta un pequeño detalle: que devuelvan lo que se robaron.

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