¡Finamed está de regreso!

El secretario de salud Arturo Irán Suárez Villa FOTO: PATTY BARRADAS/FOTOVER
- en Opinión

Rafael Pérez Cárdenas / El gobierno estatal no sale de una cuando ya está metido en otro problema. Barruntos de tormenta amenazan con detonar un escándalo más en la Secretaría de Salud. De comprobarse la acusación hecha por el empresario Alejandro Cossío Hernández, estaríamos ante el primer gran escándalo de corrupción del actual gobierno.

La denuncia sobre un supuesto contrato, asignado de manera directa a la empresa Esterinova para la prestación de servicios de hemodiálisis por más de 109 millones de pesos, confirmaría el regreso formal de la tristemente célebre Finamed, la misma empresa que entró en litigio con el gobierno estatal por un monto superior a los 700 millones de pesos, y a la que se vinculó con el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.

Este lunes, el diario El Universal publicó un amplio reportaje que da cuenta no sólo de lo que fue denunciado hace algunos días por el empresario Cossío, sino también de la opacidad con que las autoridades del estado han querido manejar el tema. “No litigo en medios”, fue la respuesta lacónica del mandatario al ser cuestionado sobre esta denuncia, quien sin embargo, ha dedicado las últimas horas a litigar en medios la orden de aprehensión en contra del ex gobernador interino Flavino Ríos Alvarado.

La historia versa así. El pasado 27 de febrero, el empresario Alejandro Cossío Hernández, director de la empresa IMHOTEP asesores y comercializadores SA de CV y representante legal del grupo NRA, acusó al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares de valerse de acciones dilatorias para evadir la licitación pública para la contratación de servicios de salud por un monto de 2 mil millones de pesos.

De acuerdo con Cossío, la Secretaría de Salud ha buscado la manera de hacer asignaciones directas en el rubro de medicamentos, material de curación, servicios de hemodiálisis, laboratorio clínico, banco de sangre, mantenimiento a equipo médico, mantenimiento a equipo electro mecánico, alimentos, ropa hospitalaria, lavandería, equipo médico, y ambulancias. Suman más de 2 mil millones de pesos anuales de los que hasta el día de hoy no han hecho una sola licitación pública, dijo entonces el empresario.

Ante el indicio y la gravedad de la denuncia, el diario capitalino se dio a la tarea de investigar a la empresa y la actuación de las autoridades del estado. Los resultados publicados este lunes son demoledores y ponen al descubierto una intrincada red de intereses que conducen a la Secretaría de Salud y a su titular, una vez más, al vecino estado de Puebla, de donde se ha contratado a una buena parte de su estructura directiva.

De acuerdo a la Ley de Adquisiciones del estado de Veracruz, un contrato sólo se puede adjudicar de manera directa cuando el monto no supere los 91 mil 254 pesos más impuestos. Según el diario, el monto del contrato es por 109 millones 249 mil 171 pesos y comprende los meses de marzo a diciembre del presente año.

En efecto, la propia Secretaría de Salud reconoció la existencia del contrato 005/2017, en el que se conviene que el Servicio Integral de hemodiálisis para hospitales de Servicios de Salud de Veracruz fue adjudicado de manera directa a la empresa “Esterinova Puebla S.A. de C.V.” por excepción de ley, aunque no incluye el dictamen de procedencia que justifique dicha decisión.

La adjudicación a Esterinova se realizó apenas el 28 de febrero pasado, el mismo día que vencía el contrato con la empresa anterior. Según el reporte de adquisiciones consultado por la misma fuente, el contrato a Esterinova es el único que se ha otorgado en los tres meses de la actual administración, toda vez que a la fecha no se ha convocado a una sola licitación pública.

Pero si el procedimiento por el que fue asignado el servicio de hemodiálisis resulta irregular, los antecedentes de la empresa huelen a corrupción pura.

Esterinova es una empresa que nació apenas en 2012, según se desprende del expediente 1262574 del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI). Actualmente su director general es José Manuel Cervantes, quien funge como delegado de la Cruz Roja en Puebla. En su acta constitutiva señala que la empresa tiene como objeto social productos y servicios relacionados con aparatos e instrumentos quirúrgicos, médicos, odontología y veterinarios, así como miembros, ojos y dientes artificiales, artículos ortopédicos y material de sutura”. De la hemodiálisis, nada se dice.

Y como cualquier otra empresa fantasma, resulta que el domicilio fiscal no coincide con las fotografías que se incluyen en su página de internet, una de las cuales corresponden a una empresa distinta a Esterinova.

Sin embargo, señala el artículo, se confirmó que Esterinova es una firma “perteneciente al grupo empresarial Medicus-Vitalmex S.A. de C.V.,” como lo marca su documento de registro ante el IMPI. Justamente a este grupo perteneció como empresa aliada la polémica empresa “Finamed”, proveedora de equipo médico y servicios hospitalarios durante el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, y que posteriormente entabló una querella en contra la administración estatal por más de 700 millones de pesos. De acuerdo con la Cuenta Pública 2015 de Veracruz, la cantidad por concepto de litigio pendiente es de 5 mil 549 millones de pesos.

De tal forma, podríamos tener a Finamed de vuelta, esbozada en una empresa de reciente creación. A ver si la madeja –y los recursos públicos de Veracruz- no llegan hasta un ex gobernador con aspiraciones presidenciales.

Las del estribo…

  1. De pronóstico reservado la sesión de este mediodía en el Congreso local. Si se aprueba la reestructuración, no se resolverán todos los problemas; si no se aprueba, el estado tampoco colapsará. Sólo se acomodarán las fichas de cara a las elecciones de junio próximo.
  2. Para Héctor Yunes no fue difícil hacer un corte de caja del gobierno estatal. Hizo una compilación precisa y pormenorizada de yerros y promesas incumplidas que se acusan en todos lados, cada vez con voz más alta. Y eso sí, hay que reconocerlo, es un cambio.
  3. Vaya que la aprehensión de Flavino Ríos polarizó a la clase política y a las redes sociales. No cabe duda que estamos en un estado monocromático, donde los aplaudidores de hoy mimetizan lo que tanto criticaron en el pasado reciente.
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