Nuevos funcionarios, ni se les ocurra robar

Saqueadores
Palacio de Gobierno FOTO: WEB
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Armando Ortiz / A punta de golpes a los veracruzanos nos han hecho desconfiados. Hay que entender que durante los gobiernos de Fidel Herrera y de Javier Duarte el robo se convirtió en una práctica cotidiana; los funcionarios duartistas hicieron gala de todas sus mañas y artimañas para saquear al erario público. Hubo quienes robaron de manera completamente descarada, funcionarios como Álvaro Cándido Capetillo a quien le llegaba el presupuesto y primero apartaba su tajadota para después, lo que sobrara, disponerlo para la educación de los adultos en el IVEA. O como Leticia Perlasca que daba contratos millonarios a las empresas de su pareja sentimental.

Otros quisieron verse creativos y formaron sus empresas fantasma, que sólo eran una fachada legal para que se les otorgaran contratos, sobre todo como proveedores. Una vez otorgados los contratos la mercancía nunca llegaba a su destino, aunque en documentos aparecía como entregados y distribuidos. Esto sucedía regularmente en dependencias de asistencia social como SEDESOL y el DIF, donde se podía justificar la entrega gratuita de colchas, ropa, artículos para el hogar, medicinas y otros artículos. Otra dependencia que estuvo hecha precisamente para ello fue la Secretaría de Protección Civil, que recibía recursos del Fondo para la Atención de Emergencias, el FONDEN. Millones de pesos se erogaban para apoyo a los damnificados por desastres, pero el caso es que esos apoyos llegaban sólo a algunas comunidades y familias adscritas a un padrón que los responsables manejaban, pero a la gran mayoría nunca llegó ese recurso de apoyo. Para el gobierno estatal era importante que se declarara a muchos municipios en estado de emergencia, para que así los recursos fluyeran y ellos los pudieran manejar con la vileza de su albedrio.

Luego estuvo el robo en el Seguro Popular. Para el gobierno era importante que se llevaran a cabo campañas de inscripción por todo el estado de Veracruz. Es por eso que se crearon brigadas para reunir a millones de adscritos al Seguro Popular, porque de acuerdo a la cantidad de inscritos era el monto que se asignaba para este sistema de asistencia sanitaria. Pero el caso es que a pesar de que se inscribía a millones de personas, en los hospitales de Veracruz nunca hubo medicamentos suficientes ni implementos para que los médicos llevaran a cabo su trabajo. Nunca hubo un servicio completo y si a eso sumamos los fraudes con FINAMED y las medicinas clonadas, los servicios de Salud en Veracruz fueron un desastre. El dinero fue desviado, ahora se sabe que fueron 2 mil 300 millones de pesos, por Leonel Bustos hacía el gobierno del estado, hacia la banda de ladrones liderada por Javier Duarte de Ochoa.

Pero hubo otras maneras de robar en los sexenios anteriores. Los contratos para obra que no se otorgaban a menos que el contratista depositara por anticipado el 20% o el 30% de comisión. Esto obligaba a que una vez que el contratista obtenía el presupuesto para la obra, esta tuviera que ser de menos calidad, lo que redundaba en perjuicio para las comunidades donde se llevaba a cabo la obra.

También hubo robo por medio de los aviadores. En menor escala, pero algunos directores colocaban a sus familiares y amigos con sueldos altos que al final se repartían con el director. El colmo de todo esto es que muchos de esos aviadores pelean por sus supuestos derechos laborales.

Y así podríamos enumerar decenas de fórmulas que se utilizaron para los cuantiosos robos en las diversas dependencias de gobierno durante los sexenios de Fidel Herrera y Javier Duarte; hasta se podría hacer un “catálogo de la infamia”. En los laudos laborales, en la compra de papelería, bueno hasta en los garrafones de agua que llenaban de a 5 pesos, pero facturaban de a 25.

Lo cierto es que nos dejaron traumados, nos dejaron llenos de desconfianza, pero también nos dejaron alerta; nos hartaron, estamos “hasta la madre” de funcionarios ladrones, de funcionarios que valiéndose de un puesto de autoridad piensan que pueden disponer de recursos a diestra y siniestra. ¡Pero no es así!

Un funcionario honrado es el custodio de esos recursos, es el responsable de que los recursos lleguen a los programas que se les ha asignado o a que cubran las necesidades de una población o de algún grupo social.

Nos dejaron muy alerta, ya miramos con desconfianza a los nuevos funcionarios, y en el momento que se descubra que algún funcionario del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares empieza a dar visos de saqueador, nos vamos a ir contra él y con todo. Por eso, una advertencia a los nuevos funcionarios, ¡ni se les ocurra robar!

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Comentarios

  1. POR FAVOR CARECE DE CEREBRO, O QUE ESO NUNCA SE VA ACABAR YA SEAN DEL PRI O DEL PAN SIEMPRE SE INTERCAMBIAN LA BOLITA A LO QUE LES FAVOREZCA, AL MENOS AQUI EN LA SEV LAS BODEGAS YA ESTAN VACIAS DE MOBILIARIO Y COMPUTADORA YA QUE SE FUERON PARA LA CAMPAÑA DEL HIJO DE YUNEZ…HASTA RISA ME DA DE SUS PUBLICACIONES…

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