Salud con placebos y justicia con mentadas

Quimioterapias
Sala de quimioterapias para niños enfermos de cáncer FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / Hablar de planes de austeridad en medio de escándalos de corrupción es realmente un acto que invita a mandarlos al carajo de una vez y para siempre.

El día de hoy sale en medios que los niños con cáncer en Veracruz recibieron agua destilada en vez de los tratamientos que requerían para atender su enfermedad. A pesar de no ser noticia nueva y de tratarse de información de la que muchos veracruzanos estábamos claros y, que hace meses mencioné en este espacio, no deja de ser devastador que como sociedad hayamos permitido que unos delincuentes, unos criminales asesinos hayan estado a cargo de la salud de todos nosotros.

¿Cuál es el grado de ambición que nos despoja del menor rastro de humanidad, para creer que se puede simplemente engañar a cientos de niños enfermos y a sus familias, para enviarlos a una muerte segura?

Como veracruzanos ya es difícil que nos espante la corrupción, miles de millones por acá, otros miles de millones por allá, cajas de cartón con millones de pesos para comprar elecciones, funcionarios con propiedades en el extranjero, palcos en los mejores estadios del mundo, con aeronaves transcontinentales, con ranchos de ensueño donde los caballos disfrutan de mejores atenciones que cualquier ciudadano de a pie, eso no nos asombran ya, parece que hasta nos robaron la capacidad de indignarnos.

Hablan de empresas fantasma con desvíos de otros miles de millones de pesos; de aviadores que cobraban sin trabajar; y unos que ni sabían que estaban volando, siendo otros los que, felizmente, cobraban cada quincena; y así, casi sin darnos cuenta decidieron que su idea de gobernar era la misma que saquear, robar con la mayor impunidad posible.

Lo que en definitiva pasa el límite de ser unos simples ladrones y los convierte en asesinos, es cuando de manera directa y perfectamente consciente deciden condenar a la muerte a niños y niñas veracruzanos, es en este punto donde la ley siempre aun en su cumplimiento más estricto es deficiente y no encuentra el castigo suficiente a estos actos.

Una pregunta me inquieta y me causa mucha incomodidad ¿la vida de un niño o niña cuanto vale para ellos, 300 mil o 500 mil pesos cada uno?

Veracruz se pudrió completamente, se perdió justo en los límites donde reside la inhumanidad, donde el saqueo en su impunidad pasa del simple delito de robo al asesinato frío, calculado y además con el agravante de involucrar el robo de la esperanza de vivir de menores de edad.

Es increíble, a pesar de que nunca espere nada de ellos, han logrado decepcionarme como jamás lo imagine.

Si ellos deciden atender la salud con placebos, después no se espanten si los ciudadanos deciden tomar la justicia con mentadas y madrazos.

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