«Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí»
Augusto Monterroso
El mensaje que Monterroso nos quiere trasmitir en este cuento es de una profundidad filosófica gigantesca, digna de Platón. La primera parte de este cuento nos indica que alguien estaba dormido y despierta. Al parecer el 5 de junio del 2016, el pueblo de Veracruz despertó y votó contra el dinosaurio priista. En la segunda parte del micro cuento, el dinosaurio (sistema priista) seguía con vida. Y es que el PRI se niega a morir, se retuerce en la humillación; al PRI no le gusta ser oposición, es más no sabe cómo ser comparsa de los partidos en el poder.
Sin embargo, el golpe que recibió, gracias a la pésima gobernación de los tres últimos gobernadores y ahora con los gasolinazos de Peña Nieto, lo ha dejado desarmado, sin estrategia y proyecto que les permita continuar con vida política.
El sólo hecho que un tirano-saurio rex, como lo es Carlos Brito Gómez, personaje oscuro que ha disfrutado durante décadas de las delicias del poder, sea el indicado de seleccionar a los próximos candidatos, significa que el PRI recalcitrante y añejo se niega a proporcionar espacios para la participación democrática. Es posible que en las elecciones municipales, el final del cuento de Monterroso cambie y en verdad el dinosaurio se haya ido, sino es para siempre, sí por un buen de años.
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