Ahora resulta que el coordinador de la chiquibancada tricolor, el diputado Juan Nicolás Callejas Roldán, se pone a exigirle a Amadeo Flores Espinosa, depuesto presidente del PRI estatal, a que denuncie a los que componen los grupos de poder, motivo por el cual tuvo que presentar su renuncia como presidente de los priistas en el estado.
Le pide al expresidente tricolor no solapar a nadie y, como conocedor de las leyes, lo conmina a actuar con congruencia a presentar las denuncias correspondientes. Lo que nadie le ha dicho a este imberbe diputado es que dentro de estos grupos de poder aparecen apellidos muy familiares. Por ahí estarían los siguientes apellidos: Carvallo, Herrera, Lagos, Callejas, Mota y seguramente la cuenta da para más.
Por cierto, cuando le preguntaron si el PRI está debilitado, este optimista legislador alcanzó a decir: «El PRI no está debilitado, no somos pocos ni estamos agachados, estamos puestos a dar la cara por el partido, creo que vamos hacia adelante, no hemos firmado ningún epitafio».
Y en esto le concedemos la razón al coordinador priista, no habrán firmado ningún epitafio, sin embargo, que no se le olvide que el pasado 5 de junio la sociedad veracruzana ya comenzó a escarbar el hoyo donde van a enterrar al difunto. Total, en las elecciones municipales se verá si en el PRI comienzan a encender los cirios.
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