Yuribia: la otra cara de Rocío Nahle

Yuribia
Coatzacoalcos, Ver. Instalaciones de la presa de agua Yuribia, en el sur del estado de Veracruz FOTO: SERGIO BALANDRANO/COATZADIGITAL
- en Opinión

Mussio Cárdenas Arellano /

* Con lenguaje de Peje embiste  * A los morenistas “que les apliquen la ley”  * Yunes, “porro”, “inepto”, “mentiroso”  * Liberan la presa  * ¿Y los culpables?  * Recula el gobernador  * Tony Macías intentó municipalizar CMAS  * Podredumbre en la CEAPP  * Edel, grillo y mal patrón  * No hay justicia en Liberal del Sur

Con palabras de Peje, Rocío Nahle se deslinda de morenistas implicados en la toma de la presa Yuribia —“si hicieron algo malo, que les apliquen la ley”— y tilda de “porro”, “inepto”, “mentiroso” a Yunes Linares, atrapado su partido, Morena, en el conflicto por el agua, por los dineros y las dádivas, el chantaje y la extorsión.

Pierde el glamour la diputada federal por Coatzacoalcos. Se pone los guantes. Se trenza en una reyerta verbal con el gobernador, él empeñado en desarticular las estructuras del partido pejista en el sur de Veracruz y ella exculpando al Movimiento de Regeneración Nacional del secuestro del acueducto y la exigencia de 2.5 millones de pesos al mes.

Miguel Ángel Yunes categoriza a los autores de la toma del Yuribia como chantajistas, extorsionadores, violentos, violadores de la ley. Y eso son.

Y replica y embiste Rocío Nahle, usando palabras de Andrés Manuel López Obrador en otros tiempos, sus días de agitador, cuando para construir su camino al mesianismo de izquierda, su liderazgo en el PRD, una vez que dejó el PRI, tomaba AMLO lo que fuera, aunque proviniera del priismo, y más concretamente, del chirinismo.

Habla Rocío Nahle con y sin razón. Defiende lo suyo, a Morena, como si el pejepartido no fuera la mano que mece a los tatahuis en su exigencia de llevarse una tajada de lo que en pesos implica el acueducto Yuribia.

Morena es el autor intelectual y material del reclamo que dio por resultado el pago de 2.5 millones de pesos a los ejidatarios de Tatahuicapan. Es el pago, vía un acuerdo político, del gobierno de Veracruz, en los días de poder de Javier Duarte. Y cuando no hubo recursos, saqueadas las arcas estatales por el ladrón gordobés, el pago lo asumió el ayuntamiento de Coatzacoalcos. No hace obra pública pero no deja de financiar a los morenistas del Yuribia.

Aún así, sabedora que es Morena quien provoca el conflicto, Rocío Nahle intenta el deslinde. Y falla.

Dice que Morena no tiene culpa, que Yunes azul se equivocó, que difamó a la diputada Rocío Pérez, imputándole que fue una de las artífices del compló que provocó la toma del Yuribia, que no hay un solo dirigente de Morena en el secuestro del acueducto, que el gobernador es “porro”, y que es “inepto”, y que es “mentiroso”.

Su verdad choca con la verdad real. Morena, vía Lino Bautista, Eloy González Martínez, Calixto Cruz Ramírez y una decena de dirigentes, retadores, belicosos, amenazantes con la prensa —amagan con el secuestro de los que no pidan permiso para estar en su territorio— son los artífices de la reiterada toma del Yuribia, del amago si el gobierno no cumple, usa el suministro de agua a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque como arma de presión.

Sirven los 2.5 millones de pesos para operar. Distribuyen entre ejidatarios, avecindados y población en general. Así ha logrado Morena su capital político.

Con Yunes, el subsidio termina. Habrá obra, si así lo acuerdan, pero ni un peso más, dice el gobernador. Si no cumple, responden los tatahuis, el Yuribia será tomado de nuevo.

Pesa en Morena la denuncia penal, las órdenes de aprehensión vigentes por bloqueos al acueducto en el pasado. Pesa más el impacto que tendrá en el electorado que Morena sea el motor del repudio social, el rechazo de los 500 mil habitantes del sur de Veracruz que por un conflicto que le es ajeno, sufran los estragos de la carencia de agua.

De ahí la frase exculpatoria de Rocío Nahle: si hicieron algo malo, “que les apliquen la ley”.

Son palabras de Peje. Son expresiones de López Obrador.

Nueva en la izquierda, no ha de saber Rocío Nahle que entre Andrés Manuel López Obrador y Miguel Ángel Yunes Linares hay un hilo conductor, el del subsidio en las sombras, vasos comunicantes en los días del chirinismo, 

En los días en que AMLO conducía petroleros al DF, pasó por Veracruz y sus allegados debían conseguir recursos, apoyo de donde fuera. Uno de ellos, Armando Aguirre Herviz, ideó pactar con el gobierno de Patricio Chirinos, bajar la presión a la protesta. A cambio obtuvieron cobertores, colchonetas y despensas.

En su siguiente éxodo, López Obrador pidió dinero. Desdeñó las despensas y los cobertores. Y dinero le hicieron llegar. La entrega fue en Villahermosa, Tabasco, en las manos de sus leales operadores.

Cuando los perredistas conocieron lo hecho por Aguirre Herviz pretendieron expulsarlo del PRD, siendo ya dirigente nacional Andrés Manuel López Obrador. Su reacción asombró a quienes conocieron las entrañas del caso.

“Si hicieron algo malo, si algo agarraron, que les apliquen la ley”, dijo AMLO.

Usa hoy Rocío Nahle palabras de Peje, deslindando a Morena del compló de Tatahuicapan, y allá los morenistas con el conflicto que desataron.

Yunes también tiene lo suyo. Como dice una cosa, dice otra.

La madrugada del jueves 5, una vez que los tatahuis tomaron la presa Yuribia, Yunes Linares denostó a Morena, a sus líderes, a sus operadores, a Eloy González Bautista, a Lino Bautista, a la diputada María del Rocío Pérez Pérez. Les llamó chantajistas, extorsionadores, delincuentes.

Habló la mañana del jueves 5. Categorizó a Morena como la banda que usa la presa Yuribia para lucrar, que secuestra, que agravia a medio millón de habitantes del sur de Veracruz, en Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque. Lo suyo es golpear, hacer añicos a sus adversarios, tildarlos de vándalos.

“Me comprometo —dijo Yunes Linares— con los habitantes de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, y todos los que a partir del día de hoy han sido afectados por este acto vandálico, a que vamos a resolver el problema y aplicar la ley a quienes lo provocaron.

“Quienes encabezan este movimiento han recibido en los últimos dos años casi 60 millones de pesos en efectivo, en entregas mensuales de 2 y medio millones de pesos que fueron puestos en manos de uno de los dirigentes por el Gobierno del Estado de Veracruz, que cedió a la amenaza de cerrar la presa si no se entregaban estos recursos.

“Es una forma de extorsión absolutamente inaceptable.

“Desde el día que tomé posesión anuncié que haría respetar la Ley y restablecería el Estado de Derecho en Veracruz.

“Sería muy fácil ceder al chantaje y comprometerme a usar recursos de todos, en beneficio de un grupo que reclama un derecho que no tiene, porque el agua es de todos los veracruzanos, de todos los mexicanos y no de unos cuantos.

“Todo el mes de diciembre convocamos al diálogo y a la negociación.

“Funcionarios de mi gobierno sostuvieron diversas reuniones con los representantes del grupo que venía recibiendo dinero en efectivo y dejamos muy claro que no aportaríamos más recursos de esa manera, pero que estábamos dispuestos a implementar en esa zona, como en las demás regiones marginadas del Estado, programas de desarrollo social, de empleo temporal, de vivienda, de mejoramiento de los servicios de salud, de rehabilitación de la infraestructura educativa y de caminos, incluso de apoyo alimentario a los que lo requieran.

“Lo que no podemos, ni debemos hacer, es desviar recursos en beneficio de un grupo que hace uso del chantaje como arma.

“Si para lograr el cambio y restablecer el Estado de Derecho debo correr riesgos, voy a enfrentar y a correr estos riesgos, pero no permitiré que un grupo violento que sólo busca satisfacer intereses económicos particulares, se imponga al gobierno que debe representar y representa el interés de más de 8 millones de veracruzanos.

“Si cediéramos a este chantaje, tendríamos que ceder en cualquier otro caso similar; cualquier río, cualquier presa, cualquier instalación hidráulica, podría ser tomada como propiedad de un grupo y afectar el interés de la mayoría de los veracruzanos.

“Se sentaría un precedente funesto para todos los sistemas de agua potable del estado”.

Cuestionado sobre el fondo del conflicto, Yunes se explaya en torno a Morena: es el partido del Peje López Obrador el motor del reclamo, sus operadores en plan chantajista, extorsionando con el agua, convirtiendo a los 500 mil habitantes de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque en rehenes de su ambición.

“Al frente de ellos —agregó— se encuentra Lino González Bautista o Lino González Cruz, quien tiene orden de aprehensión. Y está también Eloy González Bautista, que es delegado estatal de Morena”. Citó a la diputada Rocío Pérez, a quien implicó en las reuniones para la toma del Yuribia, concretamente la del 30 de diciembre. Luego lo refutarían los dirigentes de Morena diciendo que la legisladora no se hallaba en ese sitio y le exigieron una disculpa pública que nunca llegó.

“Me preocupa que al discurso pacifista, que al discurso de respeto a la ley, se oponga una realidad violenta”.

Al tercer vino la negación.

La mañana del domingo 8, Yunes azul varió el discurso, tras la liberación de la presa.

Y ya no aplicó la ley. La ley se negocia. Y a los que la violan los deja ir. Sienta a su gobierno a dialogar con los extorsionadores, con los chantajistas, con los operadores de Morena.

Niega Yunes azul haber dicho que sobre los líderes morenistas había órdenes de aprehensión. Monta el show. Se le ve en un video abriendo una válvula y dejando salir un borbotón de agua, a su lado el secretario de gobierno, Rogelio Franco Castán, y el alcalde de Coatzacoalcos, Joaquín Caballero Rosiñol.

Arremete de nuevo contra Morena. Se engalla al ser comparado con Duarte y Fidel, negociando obra cada que había que liberar la presa. Es el show de las prebendas. Ya no habrá dinero, dice. Habrá diálogo, obras, servicios 

Y los tatahuis responden: si no cumple en las obras que promete, volverán tomar el Yuribia.

Tira al olvido las órdenes de aprehensión. Nada dice de la acción penal, impunes los chantajistas, los extorsionadores, los violentos, los violadores de la ley, según los categorizó el gobernador.

Así hablan los dos.

Usa Rocío Nahle palabras de Peje

Usa el gobernador palabras de Yunes.

Archivo muerto

No es como Morena lo plantea. Quien buscaba privatizar la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos (CMAS) era Tony Macías. No es lo que trae en mente el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, como afirma el diputado local Amado Cruz Malpica. Lo intentaron Tony Macías y su banda y lo consigna un documento que le fue entregado al alcalde Joaquín Caballero Rosiñol en el cual se pretendía revivir un intento de transferencia de los servicios de agua al ayuntamiento, la municipalización de CMAS, orquestado desde 2009. Obvia la intención, el suegro del ex gobernador Javier Duarte, el ladronzuelo en fuga, era que el organismo no fuera fiscalizado por el nuevo gobierno de Veracruz. Obvio que la intención era que el saqueo no fuera materia para los órganos de vigilancia del Congreso de Veracruz y el ORFIS. Contra lo que suponía Tony Macías, Caballero Rosiñol desechó el intento de municipalización. Desdeñó el documento. Sabíase dentro y fuera de la CMAS que el objetivo final era que luego se privatizara y que la pandilla de Tony Macías se agenciara el órgano operador del agua en Coatzacoalcos. Si con todo el saqueo, si con el abuso de quienes lo han manejado, es rentable, pasando a la iniciativa privada los beneficios se miden en cientos de millones de pesos por año. El documento existe y visto a detalle es una joya… Espionaje, videos, audios, filtraciones: todo un caso la CEAPP, en la que aún se siente la mano de Javier Duarte, de Namiko Matzumoto, de María Gina Domínguez Colío, de José Ramón Cárdeno Shaadi, pujando por dinamitar al organismo desde el que se debiera garantizar la protección de los periodistas. Da santo y seña del caos, de la deslealtad y la falta de probidad el columnista Jorge Manrique, autor de Del Otro Lado del Cristal, que en dos entregas ha exhibido quién es quién, la procedencia del espionaje, material llegó al Congreso de Veracruz para frustrar la reingeniería financiera de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, en la que trabaja de tiempo atrás el ex comisionado y hoy secretario ejecutivo de la CEAPP, Jorge Morales Vázquez, que no implica, como han hecho creer, un despido masivo de trabajadores sino reajuste salarial. Se plantea asignar mayores recursos a la protección de los periodistas, pasar de 600 mil pesos a casi 2 millones. Se propone que la CEAPP sea verdaderamente autónoma, que sus próximos comisionados no sean propuestos por el gobernador en turno, como lo establece actualmente la Ley de la CEAPP, sino por el gremio de los periodistas. Todo bien sólo que la podredumbre está en la raíz, ahí los tentáculos de las Namikos, las Ginas, los Cárdenos, vía empleados que de entrada han dado muestras de falta de probidad, que sonríen y golpean, que asestan el golpe desde la penumbra, en la sombra, en la oscuridad. De los audios no hay duda. Lo confirmó la diputada Maryjose Gamboa Torales. Son reveladores, en ellos las voces de los comisionados. Manrique describe relaciones de poder, relaciones afectuosas, ligas del personal con el duartismo, fraudes en los que se enlodan Cárdeno Shaadi; Sandra Bonilla, directora Jurídica de la CEAPP, su paso por un juzgado, por Unidad de Equidad de Género; las ligas de Cárdeno Shaadi con Jorge Fernando Ramírez Pérez, primo de Karime Macías Tubilla, ex subsecretario de Ingresos. Reclama Jorge Manrique algunos comisionados, incluido yo, callemos. Se equivoca Manrique en eso. Todo a su tiempo. Y su tiempo llegó… Muy presidente del Tribunal Superior de Justicia pero a Edel Álvarez Peña no se le quita lo grillo, y lo mal patrón. Sus protegidos y protegidas cachan cargo en el yunismo. Sus viejas amistades también. Sus colaboradoras de otro tiempos andan ya en plan estelar. Llega Lourdes de la Barrera a la Jurisdicción Sanitaria de Coatzacoalcos y no faltan los que recuerdan su paso por el DIF. Se frotan las manos los edelistas al saber que en el yunismo azul tienen todas las de ganar. Lo que es la desmemoria. Cuántos golpes no le asestó el consorcio periodístico del magistrado Cara de Muela a Miguel Ángel Yunes Linares en los días de lucha por el gobierno de Veracruz, enfrentando a Fidel Herrera, vía Buganza, y contendiendo contra Fidel, vía Javier Duarte. Edel Álvarez, garante de la justicia, no la da a sus reporteros y empleados en Liberal del Sur, el diario estrella de la cadena, con el estigma del oficialismo, alemanista en tiempos de Miguel Alemán; fidelista en la era de la “plenitud del pinche poder”; duartista hasta que Javier Duarte le dejó de pagar. Y hoy vuelve al oficialismo porque no sabe qué otra cosa hacer, merced a su alianza con Yunes azul. ¿Será que así sí le hará justicia laboral a sus trabajadores o el presidente del Poder Judicial de Veracruz seguirá violando la ley?…

Publicada en mussiocardenas.com
9 de enero de 2017
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