Armando Ortiz / La salida de Amadeo Flores Espinoza se da en uno de los peores momentos para el PRI veracruzano. En primer lugar, porque no ostentan el poder en el gobierno del estado, segundo porque el presidente Peña Nieto con su #Gasolinazo ha creado una animadversión tremenda en contra de todo lo que huela a priismo y tercera porque en Barcelona está la “mano que mece la cuna”, el posible responsable de todo este caos que se ha originado en Veracruz; ese sujeto insaciable, que no quiere soltar el poder. Enrique Ochoa Reza, quien de brillante no tiene nada, se ha dejado aconsejar por la misma gente de Fidel Herrera, se ha dejado convencer por los “fidelistas” que, cobijados en el fuero que les da el Congreso de la Unión, todavía aspiran a rescatar parte de lo perdido. Pero la avidez de Fidel Herrera va más allá, además de controlar las candidaturas para las próximas alcaldías, el cónsul de Barcelona quiere poner a su hijo como candidato del PRI a la gubernatura en 2018. Por supuesto el junior, de quien ya le conocemos sus pueriles declaraciones (“critican a mi apá porque le tienen envidia”), no tiene la menor posibilidad de ganar, lo que empeoraría el escenario para el PRI estatal.
Peña Nieto, “mucho ruido y pocas nueces”
Al presidente de México Enrique Peña Nieto ya le gustó quedarnos a deber en sus anuncios. Antes del anuncio de su Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar hizo dos anuncios en donde se ocupó de explicar las razones de su gasolinazo. En cada una de las ocasiones anteriores los ciudadanos lo que esperaban era una solución real al problema que les originaba el alza de los combustibles. Pero el presidente, como un mal detective, no reveló el nombre del asesino, sino que sólo se limitó a explicar las razones de la muerte de la víctima. Después de cada uno de esos dos anuncios del presidente la indignación de las personas se reflejó primero en manifestaciones en contra del #gasolinazo y después en acciones de vandalismo y saqueo. En esta ocasión el presidente, una vez que filtró la idea de que esta vez sí iba a plantear una solución a los problemas que crea el gasolinazo, otra vez salió con una pifia. En resumen, sólo la reducción del 10% de los sueldos a los altos puestos de la burocracia federal significa un hecho concreto, de ahí en adelante el presidente sólo se puso a hacer castillos en el aire con propuestas recicladas de los antiguos pactos de “solidaridad” de la época salinista. Vaya con el presidente, como dice el dicho, otra vez, “mucho ruido y pocas nueces”.
Reingeniería en la UPAV; más certeza y calidad académica a los alumnos
Ya lo habíamos dicho con mucha anticipación, la Universidad Popular Autónoma de Veracruz no va a desaparecer, antes bien se fortalecerá. Y como parte de ese fortalecimiento está una reingeniería que tiene que ver con poner orden a todos los vicios que se originaron tanto a nivel administrativo como escolar. En entrevista para el portal Al Calor Político, Enrique Pérez, secretario de Educación dio a conocer que se concentrarán en unos cuantos campus los muchos planteles que andan dispersados, esto con el propósito de tener más control y poner orden. En esta reingeniería se buscará que las cuotas que los alumnos aportan por sus estudios lleguen a la tesorería del estado, todo ello para beneficio de la institución y no sólo de unos cuantos. Enrique Pérez declaró además que ya hay cuatro denuncias ante la Fiscalía del estado en contra de quien resulte responsable por las irregularidades que se presentaron, sobre todo concerniente a la venta de certificados y por el desvío millonario de recursos. En este portal anticipamos de estas denuncias, sobre todo en el caso de quienes ofertaron el examen único de preparatoria fuera del estado de Veracruz, lo que terminó en la expedición de 100 mil certificados de preparatoria. Se sabe que dicho examen se ofertaba entre los 3 mil y 5 mil pesos, lo que vendría a significar una ganancia promedio de 400 millones de pesos; aunque se sabe que en la Ciudad de México ese examen se llegaba a ofertar hasta en 8 mil pesos. Esos millones sirvieron para que algunos directivos se enriquecieran, se compraran ranchos o hasta regalaran departamentos a sus cómplices. Enrique Pérez señaló que con esta reingeniería lo que se busca “es dar certeza a los jóvenes inscritos y a sus padres”. De modo que no habrá Veracruz sin UPAV, antes bien se busca tener una UPAV más ordenada, con mejor nivel académico y que brinde mayor certeza a sus alumnos.
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