Antonio Trujillo y Perdomo / En cercanía a la celebración cristiana de la Natividad, época cuando se reblancede el sentimiento de bondad, de buenos deseos, de parabienes es justo reconocer el trabajo de quienes no pueden disfrutar de sus familias y amigos durante esos días de sosiego y renovación de esperanzas y sueños, nuestros soldados del Ejército Mexicano.
A través de la red de redes circula un mensaje que reproduzco, sin permiso del autor pero con ánimo de reconocimiento a esos sacrificados mexicanos que desde hace 10 años por orden de su Comandante supremo están en la calle cumpliendo misiones de policías, labor que no les corresponde, pero que lo hacen por orden y porque en el fondo es una buena causa; no obstante burócratas gobernantes y legisladores actúan con lentitud e irresponsabilidad para normar un marco jurídico que justifique su estancia fuera de los cuarteles.
…Soldados del Ejército Mexicano les desean pasen una feliz navidad y prospero año nuevo 2017.
En estas fechas nosotros estaremos igual que todo el año, trabajando arduamente en todos los rincones del país sin importar que nos encontremos lejos de la familia.
El ser militar es algo que quizá jamás entenderían; es dejar el hogar, los días de fiesta y alegría, para en cambio empuñar el fusil y salir al terreno, cambiar las ropas de colores y zapatos por el verde y un par de botas, hemos renunciado a esos momentos en familia por la causa más valiente que es cuidar la seguridad y tranquilidad de México.
Tal vez sea mucho o poco lo que recibamos en estas fechas decembrinas y aunque haya quien no valore nuestra labor no dejamos de dar todo lo que tenemos.
Como militares hemos soportado el hambre, el frio, el cansancio, el desvelo y ahora mi amiga de todo el tiempo, la soledad.
Cuando mi esposa me dijo que no le diera dinero si no quería pero que le diera tiempo, yo y muchos otros preferimos seguir aquí, al grado de ver cómo se iba la familia y te quedabas solo, esto es servir a la Patria.
Hemos aguantado, soportado, hemos visto el terror de frente, y algunos han tenido el honor de dar lo único que tenían; su vida.
Somos soldados dispuestos a dejar el hogar, padres, esposa, hijos y amigos; si eso significa UN MEJOR MAÑANA para México.
Feliz Navidad…
Existen hijos felices y orgullosos de la profesión de sus padres militares, también sus familias, sus progenitores. ¿Y el resto de mexicanos bien nacidos, cómo catalogamos a los militares?
¿Cómo estaría México si no estuvieran en la calle el Ejército y la Marina Armada?
Hay mezquinos que les cuelgan calificativos despreciativos; sardos, sorchis, chiricutos, botudos. Sin embargo si supieran entender la misión y la entrega de un militar a su Patria (y a su gente), un oficial, general, capitán, estratega, cuartelero, recluta, tropa, debería llamársele con un solo nombre: Defensor.
Lo que no deja de ser cierto es que si la autoridad civil Federal, o sea el Presidente de la República; o los estatales, Gobernadores; y municipales, Presidente Municipales, se siguen apendejando en las cosas de la política y buen gobierno, no tardarían los militares en volver a tomar el poder político en México. Hace falta la disciplina ante tanto desmadre y pendejada de la “Clase política mexicana”.
He dicho.
Guijarro
Tendrían respeto y me quitaría el sombrero ante los miembros de la Comisión Estatal de Apoyo y Protección a los Periodistas CEAPP, si los puestos fueran honoríficos, sin salario. Pero como eso no es, entonces…. Eeeehhhhhhhhh………Puntos suspensorios.
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