El SNTE, entre la sumisión al Estado y la traición a las bases

SNTE
La maestra Elba Esther Gordillo y al fondo, Juan Días de la Torre FOTO: WEB
- en Opinión

Luis Ortiz Ramirez / Los que no ven la suya desde el 2013, son los líderes sindicales del SNTE, y no solo ellos, también los líderes de los sindicatos más pequeños tienen problemas; estos  han sido rebasados por sus agremiados.

Y es que el SNTE, después de ocupar un lugar prominente ante sus agremiados y el poder federal, ha pasado a ocupar un lugar marginal como actor político y social. Su secretario General, Juan Díaz de la Torre, solo es una figura honorifica en los eventos, su firma ya no es requerida, su presencia pasa inadvertida, su palabra ya no vale.

El líder sentista, sabe que el lugar que ocupa es producto de una traición. Su mentora y hacedora está en la cárcel, el cargo de  secretario general, que hoy ostenta es espurio,  fue producto de una negociación unilateral del gobierno de la república.

Su miedo a vestir un traje de prisión, color  naranja, ha hecho que este líder, solo juegue el papel de marioneta sostenida por los  hilos del poder. Cuando el gobierno de la república detuvo a la maestra Elba Esther Gordillo, después de haberla usado como ariete en muchas negociaciones políticas; considero que era necesario tener a un títere al frente de un sindicato, que era considerado un gran bastión de votos tricolores.

|Sin embargo, las bases magisteriales de todo el país, no vieron con buenos ojos, la llegada de este traidor.

El declive del SNTE, ha sido  consecuencia del desdén del presidente y de los cambios económicos generados por las políticas de liberalización y apertura y de las prácticas internas antidemocráticas, la falta de autonomía y la sumisión frente al Estado.

La postura entreguista del SNTE,  ante el gobierno de la república, en lo referente a la Reforma Educativa, le resto la poca credibilidad que tenía.

Desde que el gobierno federal determino recuperar la rectoría de la educación, el SNTE solo es el puro cascajo, sus edificios lucen vacíos, sus eventos de reagrupación, son monótonos, aburridos y desangelados.

Además, las nuevas generaciones no cuentan con una plataforma ideológica que les permita amar al SNTE, solo muestran un compromiso mecánico, por puro  agradecimiento por haber conminado con sus padres, para que pudieran heredar la plaza.

Los viejos charros sindicalistas, son paquidermos, lucen enfermos y cansados,  son candidatos  a una jubilación forzosa, sin embargo, ven con melancolía, como el SNTE, que tantos años los  alcahueteo, se desmorona ante su vista.

Pero que se requiere para que el SNTE, recupere la confianza de sus agremiados. En primer lugar, el SNTE deberá transparentar el uso de los recursos y de las cuotas de los maestros.

Para recuperar el protagonismo y la confianza de las bases, el SNTE deberá reformular sus  prácticas monopólicas, ponerlas en línea con el proceso de democratización iniciado en el país y explorar formas de cooperación con las delegaciones sindicales regionales, darle apertura al voto secreto  en las asambleas; y sobre todo abandonar  los caciquismos regionalistas, que tanto han dañado a la educación en el país.

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Comentarios

  1. Que triste que nuestra organización fue tan fuerte en todos los sentidos , y hoy nos toca verla,l morir lentamente como seguir viendo la contaminacion de nuestros rios y sin ninguna esperanza de lograr con exito esa frescura de los rios como esa fuerza de nuestro glorioso snte

  2. Se olvidaron de la formación de cuadros, se alejaron de las bases, el poder conferido lo han y siguen utilizando en forma de represión y ostigamiento, la renovación, la reforma no funcionarán solo la refundación y urge

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